Aún a riesgo de parecer una visionaria de tres al cuarto diré
que hoy más que nunca estoy convencida de que no hay nada de casual en la
política.
El hecho de que quieran darle la puntilla a la educación pública
desde el gobierno (por llamarlo de alguna forma) de Rajoy con su esbirro Wert
al frente de la masacre, responde a necesidades empresariales que a estas
alturas de la película a pocos se le escapan. Empresas son, al fin y al cabo,
los colegios, institutos y universidades privadas. La mayoría, por cierto, con
sus correspondientes curitas al frente, casualidad pura y dura, vamos.
La educación es un derecho y no solo a la española, oigan. Es
un derecho fundamental, de esos que no deberían pasarse por el forro cada dos por
tres, pero ya que parece que aquí ese tipo de derechos solo están para los que
pueden pagar matrículas de varios miles de euros, habrá que hacerles saber al
menos que sus políticas no son bienvenidas: saliendo de nuevo a la calle en
mareas verdes, con padres, madres, alumnos, profesores parados o no de esos que
el Ministro dice que sobran, con toda esa gente que participa de un sistema que
garantiza ya muy mínimamente el acceso universal y gratuito a la cultura, a la
alfabetización, a ser persona, en definitiva.
No nos engañemos, por ellos si no supiéramos leer ni escribir
tanto mejor, puesto que así de simple sería manipularnos. Un pueblo jamás puede
decirse libre sin educación de por medio, para lo cual hace falta un maestro
que haga su trabajo en condiciones dignas y de libertad, y una madre que pueda
enseñar a ser una mujer completa y libre pudiendo compaginar su trabajo con la
escolarización y crianza de sus hijos, y alumnos que no cierren la boca cuando
pretendan hacerles pasar el invierno en las aulas sin calefacción, o personas que entiendan su identidad nacional como algo constructivo sin "españolizaciones" absurdas. Todo eso es
la escuela pública, por todo eso hay que rasgarse las vestiduras mañana y las
veces que hagan falta.
La Segunda República española dignificó como nunca se había
visto antes la figura del maestro, que ahora parece ser una especie de
pusilánime opositor de mucho y titular de pocas plazas. Cuando por fin se ha
dejado de oír aquella ominosa expresión utilizada antes de que la República
tomase cartas en el asunto “pasas más hambre que un maestro de escuela”, parece
que quieran llevarnos de nuevo a ese punto. No es de extrañar, ya que este
gobierno se muestra sospechosamente nostálgico con prácticas de allá por 1975 y
años anteriores. El que quiera entender que entienda.
La educación es un arma, y el maestro una herramienta, y
probablemente una de las profesiones más importantes para la Democracia en
tanto que sea transmisor de libre pensamiento: eso no se hace con crucifijos al
frente del encerado, se hace con formación y confianza en el sistema, de eso
que ya queda poco.
El ministro se empeña en paternalismos absurdos sobre las
dificultades económicas y su cansino blablablá, olvidándose lo más importante:
la educación pública no es un regalo que él o Rajoy nos hagan por haber sido
buenos, es fruto de nuestro trabajo, y es pagado con nuestro dinero, y es para
el disfrute de nuestros hijos. Ante esa evidencia, cualquier excusa no es más
que una cortina de humo que beneficia a los de la estampita y sus centros
educativos, y permite dar más dinero a los bancos –nuestro también- mientras
nuestro Estado del Bienestar se queda en bragas.
Solo si defendemos con uñas y dientes nuestra enseñanza
pública podremos seguir llamándonos mujeres y hombres libres. No se deja al fin
y al cabo de ser libre mientras se lucha por la libertad y por la justicia que
no se tiene. Por eso desde ésta bitácora, todo mi apoyo a todos los maestros,
estudiantes, padres y madres que luchan por un futuro de todos y donde todos
tengamos iguales oportunidades.
Antes de terminar quiero dedicar este artículo a todos mis
amigos maestros y profesores. La mayoría de ellos mañana no enseñarán en un
aula, pero enseñarán en las calles a ser un ciudadano comprometido con la Justicia.
EDUCACIÓN PÚBLICA DE TODOS Y PARA TODOS
Alba Sánchez
Todo es lo mismo,nos gobierna una derecha insaciable,esa es su verdadera cara.Ahora no tienen pudor en mostrarla.
ResponderEliminarCreo que todo el mundo lo sabe,es gravisimo lo que estan haciendo,quieren volver a tiempos oscuros,que sólo estudien los suyos.La cultura yel conocimiento es la mejor arma que puede poseer una persona.Las otras matan pero no convencen.Lo dijo Unamuno ¡y no era cualquiera!debemos convencernos y luchar sino volveremos a quitarnos la gorra y besar la mano del cura como yo hice cuando era pequeño.Para la clase obrera pero PERSONAS QUE NO LO OLVIDE NADIE nos vienen tiempos de lucha, no podemos ni debemos consentir que el dinero nos lleve ala oscuridad.Dioses de barro y poder efimero me dais asco.