jueves, 28 de noviembre de 2013

Nos vemos en la lucha

Hace casi tres años empecé con esto del periodismo al por menor levantando Los Días Inciertos con ilusión, con muchas ganas de poner los puntos sobre las íes, de alzar la voz contra tanta injusticia y tanta desidia en forma de crisis y recortes. Las cosas hoy están peor que cuando empecé a quejarme en mi blog contra todo lo que creía injusto. Hoy en España tenemos menos derechos sociales que nunca en “democracia”, y los que te recortaré, morena. Los jóvenes estamos ahogados hasta el punto de no poder ni plantearnos un futuro sólido en el que asentar una familia, un trabajo estable, una vida tranquila. Algunos ni siquiera pueden soñar dentro de las fronteras de nuestro país, y cada vez son más los que hacen las maletas, como otros las hicimos, como tantos que las harán. Hoy nada ha cambiado a mejor, aunque no será porque no lo hayamos intentado.

También asistimos en estos días tan inciertos a nuevas explosiones sociales, nunca antes vistas en un país que solía conformarse con un plato de lentejas. Hoy los españoles somos más combativos que nunca, y sabemos lo que queremos. Aunque el enemigo es fuerte, por fin le hemos plantado cara. Eso sí ha cambiado: nosotros hemos cambiado. Ellos siguen siendo los mismos opresores que siempre fueron, los mismos que siempre miraron por sus propios intereses abandonando al pueblo a su suerte. Hoy su crueldad es más evidente que nunca, y nuestra valentía también.

Sin ánimo de abandonar el barco, hoy hecho el cierre a este blog al que siempre recordaré con tanto cariño. Porque ahora mi camino va por otros derroteros, y porque no podía pasarme la vida blandiendo sola una espada que pesaba demasiado. Ahora la comparto con tres grandes profesionales de la información solidaria en Miradas por el Desarrollo, y el proyecto merece toda la dedicación, hay que aunar fuerzas, al fin y al cabo, de eso se trata si queremos llegar a algún sitio interesante.

No abandono pues, sino que cambio de estrategia. Necesito un reciclaje, otro enfoque, ahora quiero aportar más y despotricar menos. Se terminaron las quejas en caliente, aunque estoy convencida de que siempre vienen bien. Ahora tengo otras herramientas y otras perspectivas, gracias seguramente a eso que llaman madurez. No tengo ganas de seguir atacando y vociferanso sin más cosa que todos sabemos, lo que ahora me apetece es dar nuevas visiones, investigar más a fondo, dar más datos e informaciones más elaboradas, y eso requiere nuevos enfoques. En definitiva, tengo ganas de hacer otro tipo de artículos, y hacer más literatura. Como no se puede estar en misa y repicando, con mucha pena dejo Los Días Inciertos para concentrarme en otros proyectos que igualmente me ilusionan, y donde os invito a seguir mi actividad. Así que nada de despedidas!! solo nos mudamos.

El periodismo cuando se hace con pasión no es una profesión como otra cualquiera, es una forma de ver la vida. Por eso no considero que por no tener un trabajo remunerado en una redacción sea menos periodista porque esta profesión da sentido a mi forma de observar la vida: yo veo el mundo a través de las letras, del espíritu crítico y de la solidaridad, y así seguirá siendo allá donde deje mis tejidos literarios a partir de ahora.

Los proyectos son muchos, además de Miradas por el Desarrollo, podéis encontrar mi creciente obra literaria en Puntos Suspensivos, mi nuevo blog, un espacio que pretende ser más artístico, más literario, más maduro, pero en el que aún se lee más entre líneas lo que a mí me da la vida: la fe y la esperanza en que las cosas pueden cambiar a mejor.

He escrito mi primer libro: Distancias, un poemario que comienza a distribuirse a través de internet y que abre el camino al proyecto apasionante de ser escritora que nunca perdí de vista. En el horno, un libro de cuentos y una novela que en algunos meses verán la luz. Además, otro berenjenal precioso y motivador: El Gato Gafotas, donde tengo el honor de haberme encontrado con el talento de María Serna para hacer Cuentos Personalizados, mis textos con sus dibujos para crear libros que esperamos hagan felices a muchas personas.

Si os ha gustado lo que habéis leído es estos más de cien artículos que he reunido en Los Días Inciertos, os invito a que sigáis mi actividad en estos nuevos frentes. Sobre todo quedaros con la idea de que ahí sigo, al pie del cañón, como tantos estamos, y no perdáis la esperanza de que algún que otro artículo al más puro estilo de Los Días Inciertos se deslice de vez en cuando en el nuevo blog ;)

En el baúl de los recuerdos de este blog: la entrevista a Julio Anguita, la vieja amiga que acudió a mí para contarme qué estaba pasando en la represión policial a los estudiantes en Valencia, mis varias cartas a la Familia Real con sus ingentes cantidades de sorna, el discurso del Rey con que tanto nos reímos, el seguimiento de varias manifestaciones, un poema para Federico, algún que otro homenaje a seres queridos... En fin, un poco de todo. Sobre todo me quedo con tantos artículos que he escrito intentando defender y dignificar la profesión que elegí y que da sentido a mis inquietudes: el periodismo comprometido y al servicio del pueblo. Así espero que hayáis entendido mi forma de hacer periodismo, y así podéis estar seguros de que seguiré haciéndolo.

Y para cerrar esta ventana -que no la puerta-, nada mejor que un fragmento de mi poema favorito de Mario Benedetti, con todo mi cariño, ahí lo dejo para la reflexión y para acudir a él en los momentos más cuesta arriba. Ahora es siempre el mejor momento para pasar una página, y comenzar una nueva aventura...

 


Gracias por todo el tiempo dedicado a leer, comentar, compartir y reflexionar sobre estos días inciertos que nos ha tocado vivir.

Que tengáis una bonita suerte, y nos vemos en la lucha :)


 Alba