domingo, 25 de agosto de 2013

Pan y circo



El Real Madrid va a fichar por cerca de 100 millones de euros a un notas de cuyo nombre no quiero acordarme (más bien nunca lo he llegado a retener). Pongámosle por nombre hipotético Perico el de los Palotes. Hace poco el Barça hizo lo propio comprando a un chaval que bien podía confundirse con cualquier adolescente hiper-hormonado saliendo  de la discoteca de mi pueblo de buena mañana. 


Hace ya algún tiempo, la opinión de un futbolista catalán de primera orden en nuestro país, y el terror de las nenas, soltó en rueda de prensa una afirmación que venía a decir que los sueldos astronómicos que cobran los futbolistas pues están muy justificados porque, atención al dato: los futbolistas generan dinero y tienen derecho a recuperarlo en forma de cuentas corrientes a reventar, ya que forma parte de la industria que ellos mantienen en forma, básicamente, dando patadas a un balón. Tampoco es que tengan un doctorado en Harvard oigan, y por lo que se ve, ni falta que les hace.

lunes, 19 de agosto de 2013

A FEDERICO...


 Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
Semilleros de nostalgias
Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma.
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!
¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
Como una estrella apagada.


(Alba, de Federico García Lorca)




Si pudieras ver, Federico, lo que fue de tu país –el nuestro- después de tu muerte. Si pudieras saber que nunca volvimos a ser los mismos que fuimos, que todo se sepultó bajo toneladas de desidia, con cruel olvido macerado en décadas.

jueves, 1 de agosto de 2013

LETRAS DE LUTO

Hace días que quería abordar el tema de la tragedia de Santiago. La verdad es que con casos como este, te sientas ante las teclas, página en blanco, y tarda en salir algo que exprese mínimamente lo que supongo muchos compartís desde los últimos días: el desasosiego, la impotencia, el miedo incluso ante la tremenda fragilidad con que se rompe la vida humana así, de repente y sin previo aviso, ese sentimiento de que podría haber sido cualquiera. Esta inmensa tristeza. 

Han muerto setenta y nueve personas. No quiero ni pensar en que condiciones. Simplemente iban de viaje, de bautizo, de vacaciones, de fiesta, y se han quedado en el camino. Así es la vida humana, sujeta a tanto azar, a tanta casualidad fatal, a esta lotería a veces infame donde tu número puede salir de repente.