Hace no mucho entré en contacto a través de seguidores del
blog con un colectivo muy interesante, y que me expuso una idea que a mis ojos
es muy razonable, una carta más que jugar en esto de recuperar nuestro futuro,
una carta que puede ser histórica si todos ponemos de nuestra parte.
En primer lugar, el concepto que me acercaron: el PLEBISCITO
VINCULANTE. Creía saber lo que era mas no, tenía unas nociones un tanto
equivocadas relacionadas con el Referéndum. En nuestro país, el Referéndum está
regulado, pero no es vinculante (sus resultados no obligan a nada a los poderes
ejecutivos) sino que es solo consultivo. No conforme con eso, solo se pueden
convocar desde el Gobierno. Eso y nada, es lo mismo, en cuanto al Referéndum,
el Pueblo ni pincha, ni corta. Supongo que hasta ahí estamos de acuerdo.
Continuamos: el proceso plebiscitario es otra historia. Las
cuestiones más relevantes referentes al Plebiscito es que es VINCULANTE (obliga
a decisiones gubernamentales sobre los resultados de la consulta, ejecuta la
soberanía popular) y que parte de una INICIATIVA CIUDADANA (es decir, el Pueblo
lo pone en marcha para consultar lo que quiera a partir de una cierta
representatividad).
Parece la herramienta democrática definitiva, ¿no? Pues no
debe ser tan obvia, o nuestra democracia no debe ser tan demócrata, cuando no
está regulado en ninguna parte de nuestro ordenamiento jurídico. El Pueblo
español no tiene la posibilidad de realizar plebiscitos, pero puede que la
quiera, o al menos tiene derecho a estar informado sobre esta posibilidad, que
es una realidad en otros países como por ejemplo Suiza (cuya Democracia está a
años luz, pero puede ser un buen referente).
El grupo de voluntarios (sin ninguna organización política o asociativa tras ellos, a título de ciudadano particular) que trabaja por realizar un
plebiscito sobre si queremos plebiscito -valga la redundancia-, planea una
consulta entre el 15 y el 23 de marzo. En pos de que esta consulta sea lo más
participativa posible en diversos aspectos, desde mi blog y con mi minúscula
capacidad de movilización quiero invitaros a todos a participar. Podéis hacerlo
de varias formas: informándoos de dónde se instalará la mesa más cercana para
acercaros a votar si queréis o no que se regule el Plebiscito Vinculante en
España; o como voluntarios si deseáis participar activamente, ya sea en las
mesas electorales, intentando promover una en vuestro pueblo o barrio, dándole
la máxima difusión por las redes sociales y a las personas con las que os
relacionéis.
Toda ayuda es poca, y es un tema muy interesante que va más
allá de las quejas generalizadas en el ambiente y que rara vez cuajan en algo
concreto. Yo estoy convencida de que este instrumento cambiaría la historia y
el futuro de nuestro país, y por ello me implico y os digo que, ya que siempre
estamos cacareando que hay que hacer algo, cojamos la sartén por el mango y lo
hagamos.
¿El objetivo? Reunir un buen puñado de firmas (10.830.693
votos estarían fenomenal, son los que tiene Rajoy para “presumir” de mayoría
absoluta) y hacer explícito el deseo del pueblo a los poderes que tienen
potestad para iniciar el proceso de regulación, los votos equivaldrían de
alguna manera a la representatividad de una Iniciativa Legislativa Popular. Si
las cifras amparan la decisión afirmativa del pueblo ante incluir esta medida,
y los políticos nos ignoran (cosa probable), el Tribunal de Estrasburgo no está
descartado. Vamos hasta el final.
Si la idea os parece buena y queréis más información, en la
página web http://plebiscitovinculante.wordpress.com/
tenéis toda la información necesaria, contactos, modelos de votos, situación de
las mesas electorales, y todos los datos que necesitéis. De nuevo os animo a
que contempléis esta posibilidad. Es un movimiento de momento pequeño, pero a
mis ojos prometedor, y aunque sea en agradecimiento a las personas que tanto
están trabajando para sacarlo adelante, acercarnos a votar en las fechas
acordadas no nos cuesta nada (como si queremos votar en contra), y si queremos
aportar más con nuevas ideas, con nuestro trabajo y nuestra esperanza por
cambiar las cosas, el grupo de voluntarios os está esperando con los brazos
abiertos.
Gracias a los voluntarios, por creer que las cosas pueden
cambiar, y no esperar a que otro las cambie. Sin duda ya habéis hecho historia
en este país de acomodados, ahora solo os deseamos que la consulta obtenga los
mejores resultados.
Alba Sánchez