Ayer tuve una revelación. Yo nací en 1987, y el programa sobre el que voy a divagar en esta nueva entrada se emitió en Televisión Española (en la dos, el canal de minorías por excelencia, todo sea dicho) entre 1984 y 1988, por lo que con mi recién estrenada existencia su emisión solo coincidió un año en el que yo era un bebé sin poder evitarlo. Con toda esta parrafada quiero decir que yo no vi ese programa. Yo no vi a los Electroduendes, ni a la Bruja Avería, ni a los Toreros Muertos en las mañanas de los sábados. Yo no veía la Bola de Cristal. Lo vi ayer y aluciné, literalmente.
Lo vi de forma absolutamente casual, cuando Jorge -el mismo que suele comentar mis entradas- compartió algunos cortes de este programa en su muro de facebook. Yo me aburría y los miré, y se me abrieron unos ojos como platos. Este fue el primer vídeo que inspiró esta entrada:
La mala malísima Bruja Avería, que me sonaba de canciones que los que si tuvieron la suerte de verla en acción en su momento has ido enseñándonos, resulta que era una capitalista de tomo y lomo. No solo eso, era capitalista, malvada, bruja, fea... lo que se suele denominar una joyita, vamos. Seguramente los niños de entonces estaban muy lejos de saber lo que era el capital, la inflación, la guerra nuclear, el contrato social -que son solo algunos de los tecnicismos con los que la bruja nos deleita- pero no estaban tan lejos de saberlo como los que fuimos asépticamente educados con los programas infantiles que sucedieron a ese, y que nunca han mostrado ni un ápice de rebeldía (a Espinete me remito, cuyo principal problema era que no tenía ropa, aunque si pijama).
En este vídeo la Bruja que representa al sistema capitalista inculca valores sumamente negativos a este sistema, lo cual no puede ser más rebelde en la España que se estaba metiendo de lleno el capitalismo más maduro, precisamente, tras cuarenta años de dictadura. Su frases más gloriosas son: “produzco crisis y ruinas, y la razón nadie la adivina” , “ponen mucho empeño los banqueros, y los pobres sufren serios quebraderos” , “el capital a veces se las hace pasar mal, es natural, ¿cómo controlar un volcán?”,“hoy soy más rica que ayer, pero menos que mañana”. Sencillamente increíble soltar eso en aquella España, me quito el sombrero.
Tras este vídeo vi varios más, a cada cual más emocionada, y leí la información sobre el programa que encontré por aquí y por allá. Llegando a la conclusión de que tanto el formato como los contenidos de la Bola de Cristal me parecen increíbles, brutales, transgresores e intelectualmente muy avanzados a su tiempo (incluso a día de hoy serían muy avanzados a nuestro tiempo). Los niños que veían ese programa no entendían todo el trasfondo crítico que había tras las divertidas marionetas, pero probablemente absorbían las ideas, y los de más avanzada edad podrían empezar a diferenciar conceptos tan clave como “proletario”, o observar pasajes de acontecimientos históricos en clave de humor de la talla de la Revolución Francesa o la Revolución Industrial, estos son dos de mis favoritos, ahí los teneis:
Como habréis observado, la sátira y la sorna son abrumadoras. Y nada de dulcificar para los niños de entonces. En el primer vídeo podemos ver un desfile de decapitados en una sangrienta guillotina asi, sin más. Supongo que no decapitarían realmente a los muñecos por no repararlos, porque la diferencia habría sido mínima... Cuando vi esto pensé que todos los niños que vieron aquello deberían estar seriamente traumatizados pero luego llegué a la conclusión de que no, de que lo que no es normal es la asepsia y la pamplina con la que educamos ahora. Un poco de escenificación de la cara más dura de la Revolución Francesa no llenó en su día las consultas de los psicólogos infantiles. Sin embargo hoy es difícil encontrar a algún chaval que haya oído hablar de la Revolución Francesa o la Industrial antes de sus quince años, cuando la estudia en el instituto, y desde luego cuando la estudia no lo hace nunca bajo la severa crítica de la Bruja Avería y los electroduendes. Ellos eran visionarios que decían tanto con tan poco con frases de la talla de “estábamos hasta los watios de la aristocracia, nos fundían sin mucha gracia”, “queremos ser explotados con métodos más sofisticados” , “cabeza tras cabeza la humanidad progresa” “me siento muy honrado, voy a ser decapidato para que triunfe el libremercado” en el vídeo primer vídeo, o con otras sin desperdicio alguno en el segundo vídeo como “soy un proletario, no me pagan mi salario, y pese a todo soy un reaccionario”, “el obrero es una pieza de museo, lo conservamos por nostalgia, al fin y al cabo somos conservadores”, “estos...obreros, ¿comen?-solo bazofia, porquerías, carecen absolutamente de paladar” “viva el capital, viva la patronal” “haré una política de izquierdas y te fundiré sin que la conciencia me remuerda” “desde que los socialistas estamos en el gobierno, la vida es un infierno”. Ofrecer esto para todos los públicos es absolutamente trasgresor y revolucionario, y como todo lo que huele a rebeldía en nuestro país, no duró mucho.
Con algunas de las últimas frases que señalé en el anterior párrafo, y alguna que otra más, La Bola de Cristal se ganó un toque de atención por parte de la dirección de RTVE (encabezada entonces por Pilar Miró). Y es que no era ningún periodista, no era un programa de cotilleo, no era una película... era un programa infantil el que se atrevía a mostrar a sus cerca de cinco millones de espectadores una crítica voraz al socialismo de Felipe González. Esta actitud en los creadores del programa fue alimentado por el clima de explosión libertaria que algunos tuvieron la sensación de vivir en la movida madrileña, aunque desde mi punto de vista fuera otra estrategia de entretenimiento y “venta de la moto” transicional, pero La Bola de Cristal intentaba desde luego que esa moto fuera menos vendible, sacándole punta a casi todo lo que olía a poder, y enarbolando la crítica y la sátira como su bandera y su identidad. De hecho, hilando muy fino, poner a parir al gobierno y las formas de gobernar con vídeos como este, que una sutileza exquisita muestra lo que viene a ser un gobierno occidental típico y por cierto, una de las ministras lleva el pelo tricolor ;)
Mil quinientos años de gobierno, “ministro de misiles y humanismo”, “ministra de inmundicias, desperdicios y educación en general”, “misterio y finanzas, espiaciones y vergüenza ajena”... Ahí queda eso, sobran explicaciones.
Sin embargo no solo era esto, era mucho más: invitaban a los niños a leer, a viajar con la imaginación, a pagar el televisor (increíble pero cierto). Aparecían los Toreros Muertos (con ese nombre, sin anestesia), o Mecano cantando “no es serio este cementerio”, y nadie en la opinión pública censuraba nada, y sobre todo nadie pensaba que eso fuera una amenaza para nuestros niños, todo lo contrario. Todavía hay quien considera a la Bola de Cristal el mejor programa infantil de la historia de la televisión en España, y yo ahora me incluyo. Educaban sin paños calientes, ofrecían contenidos de elevadísimo nivel intelectual, no trataban a los niños como si fueran idiotas que necesitan contar diez murciélagos cuatro veces por semana ni intentaban hacerles creer que un niño podía irse de Nápoles a Argentina a buscar a su madre sin que ningún tipo de Servicios Sociales hiciera nada... la Bola de Cristal, bajo todo su plástico, alambres y poliespán, contaba historias de verdad, y lo hacía sacando sonrisas: la de la inocencia que no comprende aún a los más pequeños, y la de complicidad que comparte tu trasgresora idea en los más adultos. La conclusión básica que he sacado después de todo lo que he visto (y aún me queda) es que quienes hicieron ese programa tenían muy buenas ideas, como esta:
Por ello he querido homenajear a este programa en mi entrada, que espero os haya resultado interesante y amena, y sobre todo os invito a que sigáis indagando sus vídeos y sorprendiéndoos cada vez más y más. Nunca es tarde para abrir la mente un poco más y ver lo que a otros se les ocurrió y que puede alimentar nuestra propia conciencia, aunque sea casi treinta años después...
Ahora si que nunca jamás me reiré de la Bruja Avería... :)
Que tengais una bonita semana, y gracias de corazón por mis primeras mil visitas
Alba Sánchez