lunes, 31 de diciembre de 2012

2013: EL AÑO DEL CAMBIO

Este año va a ser mi año. Y no porque me crea los cuentos chinos de que la crisis remontará, sino porque he decidido que yo voy a salir de la crisis, de mi crisis, de la peor de todas, la que te come por dentro y te devora esperanzas y sueños.

Ya me he cansado de tener esperanza -si es que la tuve- en quienes no la tienen en mí: en gobiernos, en primas de riesgo, en falsos rescates, en limosnas institucionales varias, en sacrificios injustos e innecesarios. Se acabó.

Voy a rescatarme de seguir pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor. Este es el tiempo que me ha tocado vivir y lo voy a recibir con los brazos abiertos. Aunque objetivamente sea una mierda, no puedo trasladarme a otro lugar ni quiero, porque aquí tengo lo que necesito: la gente a la que quiero y me motiva, una crisis que quiero entender como la antesala del cambio, y toda una vida por delante para demostrar, aunque solo sea en mi propio ejemplo -que afortunadamente no lo será y habrá muchos más- que otra forma de entender el mundo es posible. Que la sostenibilidad es factible, y que la gente en general es buena y está entendiendo hacia donde tienen que virar las cosas.

Me han tocado los años y la edad adecuada para hacer historia, lo único que puedo desear es que otros quieran hacerla conmigo. Construir un futuro donde no tengamos que pensar en dinero, créditos e hipotecas, sino en cultura, educación, progreso. Entre todos podemos hacerlo una realidad, en 2013, en los años que nos queden: podemos vivir de una forma diferente y ese es mi deseo para el año nuevo:

Que en todos nuestros corazones florezca para quedarse el entendimiento de que un mundo mejor es posible, y de que la fraternidad entre los trabajadores, hombres y mujeres de bien, es la única base para un futuro sostenible donde todos tengamos un lugar digno. Creer de corazón que las cosas pueden cambiar, y que seré capaz de cambiarlas primero en mi propia persona para luego dar ejemplo es el planteamiento más deseable para avanzar y salir del estancamiento de la esperanza ridícula de que las cosas volverán a ser como antes.

Nada volverá a ser como era. No viviremos en la abundancia de burbujas que están más que estalladas. No van por ahí los tiros. Ahora toca mejorar de verdad: no mejorar nuestra casa, nuestro chalet de la playa, nuestro coche o nuestras vacaciones de ensueño. No. Mejorar nosotros, las personas. Aprender que podemos vivir con menos cosas materiales y más ideales, más constancia y más rebeldía. Asumir de una vez por todas que el futuro es nuestro y cogerlo como es nuestro derecho, y construirlo para todas y todos. Para los que somos y para los que vengan.

A veces en los tiempos que corren hay que hacer un esfuerzo para darnos cuenta de que seguimos vivos, de que no han acabado con muchos de nosotros y de que algunos somos jóvenes y tenemos nada que perder y todo que ganar.

Mi deseo para 2013 es que todos seamos conscientes de que mientras hay vida hay esperanza, de que no hay que rendirse y de que por muy negras que se pongan las cosas, siempre habrá compañeros dispuestos a hacer suya la causa de cualquiera que sea justa. Estamos juntos en ello y juntos vamos a salir, sin la ayuda de esos verdugos que dicen estar ayudándonos cuando lo que hacen es preparar nuestro cadalso.

Me gustaría compartir con vosotros doce deseos para acabar este año:

No más desahucios
No más recortes sociales
Más lucha en las calles contra la injusticia
No más trabas a los estudiantes
Sanidad Pública y gratuíta
Educación Pública garantizada
Más conciencia de clase
Más prensa libre y crítica
Más lectura y cultura para todos, más mentes abiertas
Menos miedo
Mucha salud para todos
y ojalá, la Tercera República Española.

Y a nivel individual, y puesto que es un día propicio para ponerse sentimental, os deseo de corazón toda la felicidad del mundo para este año que entra, que se solucionen vuestros peores problemas de la mejor forma, y que os den grandes noticias que os llenen de ganas de vivir.

Muchas gracias por acompañarme un año más en este proyecto que es Los Días Inciertos, cuya importancia para mí reside en saber que estáis al otro lado. Las 11.729 visitas que llevamos en este momento son 11.729 motivos para seguir escribiendo para vosotros.

Se que me propuse cosas que no pude hacer, hice otras sin avisar, me equivoqué y triunfé en ocasiones. Se que estas cosas son como la vida: unos días te coronas y al siguiente tienes que reflexionar sobre tus propios fallos. Pido disculpas por ellos y se que sabéis que aquí todo se hace con la mejor intención y con todas las ganas del mundo.

Para despedir el año, qué mejor que un repaso a lo mejor de él... si tenéis tiempo so invito a recordar la entrevista a Julio Anguita, lo más leído de 2012.


Y la Primavera Valenciana y el testimonio de una lectora que acudió a este blog para contar lo sucedido en primera persona (gracias)

 
 
 
También quería, terminando los repasos, tener una dedicatoria especial para Manuel, mi lector número uno y cuyo comentario nunca falta en mis entradas (pero nunca, nunca). Por si no lo habéis notado, es mi padre y se lo curra mucho como tal. Gracias por creer y apoyar lo que hago, aunque a veces pienses que voy a terminar en la cárcel...  y quién sabe. Te quiero mucho.
 
Sin más, un abrazo enorme para todos con todo mi cariño, os invito a que me acompañéis en mis divagaciones también en 2013, y os prometo que Los Días Inciertos estará ahí como siempre: sacando punta, hilando fino, y dando guerra a quien se la merezca ;)

QUE TENGÁIS UN BONITO AÑO NUEVO, Y GRACIAS POR TODO :)
 



Alba Sánchez.




viernes, 14 de diciembre de 2012

UNA DIFERENTE NAVIDAD


Bueno, definitiva e inevitablemente las Navidades se están echando encima así que lo prometido es deuda. En las semanas pasadas con la aportación de muchos lectores he reunido una lista muy apañada de artesanos, mercados alternativos y pequeños comercios que pueden ser la salida a tanto consumismo gratuito en grandes superficies, a tanto dinero invertido en los de siempre, a participar una vez más en el ciclo del que tanto nos quejamos.

Vamos a invertir la tendencia: hagamos que nuestro dinero vaya a nuestros compañeros, a quienes sufren la crisis como nosotros, a quienes lo reinvierten en nuestra comunidad y no se enriquecen desorbitadamente vendiéndonos marcas de ética dudosa o  productos hechos en serie que tiene todo el mundo. Éste año, regalemos algo único, y redescubramos el sentido de la Navidad más allá del consumo voraz.

En primer lugar, algunas ideas que pueden hacer nuestra navidad más ecológica:

¿Por qué no probamos a hacer nosotros mismos adornos para el árbol de navidad? No es muy difícil y podría suponer un rato agradable en familia o con amigo si nos juntamos varios. Todo con material reciclado, diciendo adiós a tanto plástico y tanto petróleo gastado para ser lucido unos pocos días. Aquí tenéis algunas grandes ideas y preciosas, para las que os aseguro que no hace falta ser un manitas:



 

Para comer algo bueno y original, o hacer un dulce regalo, nos han llegado las propuestas como la de CHOCOLATE BELGA (Calle Bonetillo 1, Madrid) donde podremos encontrar a un artesano chocolatero que nos enseña cómo prepara sus productos, de una calidad extraordinaria según cuentan… yo aún no los he probado pero pienso hacerlo muy pronto.

 

Otra opción para sorprender en las muchas reuniones sociales que realizamos estos días (aunque ya menos), es una buena tarta, también artesana y realizada de forma personalizada. Son realmente obras de arte, entrad aquí y echáis un vistazo. Desde la página que os facilito podéis poneros en contacto con el artista: https://www.facebook.com/pages/Tartas-y-comida-a-domicilio/129856707085507

 

La joyería artesanal se ha revelado como la ganadora entre vuestras preferencias (y las mías) este mercado es amplísimo, pero lo bueno que tiene es que para gustos los colores, y que son tan originales y diferentes entre sí que es difícil no encontrar algo que nos guste. Os dejo los ejemplos de “Las cosas de chispa y campanilla”


 

Y “La luna de plata”, con joyas de la diseñadora Sara Serna, que hace auténticas maravillas. Podéis comprobarlo aquí:


 

Además de joyería, complementos para las más coquetas. Pizpireta Complementos pone a nuestra disposición los diseños más originales en diademas, bolsas, broches, detalles de boda y muchísimo más. Además éste fin de semana podéis encontrar a su diseñadora en el Nómada Market de Madrid, donde también podréis encontrar otras muchas ideas de regalos originales, artesanales, y navideños. Si tenéis un rato, daros una vueltecita por el ático de la estación de Chamartín, en Madrid.



 

Si os gustan las manualidades, nada mejor que el fimo, fieltro, crochet,  etc.  Aquí os dejo pequeñas obras de arte en miniatura para llevar puestas:





 

Artesanía de Palestina, otra genial propuesta para regalos originales, solidarios y comprometidos, además de preciosos. Echad un vistazo en página:


 

Por cierto, un libro es un regalo maravilloso (para mí, el mejor), y hay muchas formas de regalarlo. Si queremos uno nuevo, en lugar de comprarlo en Corte Inglés, Fnac u otras grandes superficies, podríamos ir a la librería más pequeña, que seguro lo tiene y sería un pequeño comerciante más por el que mirásemos. También está la opción de la segunda mano: por el precio de un libro de primera, te llevas diez de segunda (literalmente), y quien ame la literatura sabrá apreciar la belleza de un precioso libro antiguo: acercaos a los puestos de libreros que hay al final del paseo del Prado, justo antes de la glorieta frente a la estación de Atocha, podéis encontrar auténticas joyas, y libros convencionales también.

 

 

Y si nos gusta especialmente de que la idea contribuya a una causa justa, tenemos muchas opciones de regalos solidarios cuyo importe se destina a la acción de diversas ONG. Podemos regalas una camiseta solidaria con un mensaje, artesanía local de diversas zonas del mundo, productos ecológicos, etc. Las posibilidades son inmensas, y hay muchas más de las que os señalo aquí, pero ahí van algunas ideas:






 

Los productos naturales y ecológicos son otra opción que gana fuerza y que yo aplaudo. ¿Por qué no sustituir la típica colonia o cremitas de marca, por unas naturales, originales, y de una calidad extraordinaria? En muchos centros que cada vez están más generalizados, se ofrecen no solo productos sino terapias, experiencias. Un regalo absolutamente diferente e inesperado




 

Y otra cosita a la que apuntar: la cesta de navidad, y diversos productos alimenticios de lo más cotidianos. Para quienes les gusta esto de comprar lotes navideños, y aún pueden elegir pagar un poquito más por algo que realmente merece la pena, no podía dejar de invitarles a que las adquieran de comercio justo. A parte del origen de sus productos, con un plus de ética, resultan de una calidad muy superior a los convencionales, y os aseguro que se nota especialmente en el café y el cacao. Si no me creéis, probadlo ;)




 

Esta retahíla y parrafada solo quiere haceros ver que SIEMPRE hay alternativa, y que tenemos mucha fuerza como consumidores para cambiar las cosas. Solo se trata de tomar las decisiones adecuadas y actuar con responsabilidad. No podemos cacarear día tras día que las cosas deben cambiar y no participar activamente en el cambio, muchas veces tenemos en nuestras manos herramientas más que suficientes para remar en otra dirección, incluso para llevarnos el barco. El problema es que no las usamos y dejamos que otros remen por nosotros.

Esta Navidad, que la solidaridad sea total, y no solo palabras. Que el pequeño comerciante haga su agosto y no el Corte Inglés ni Carrefour y demás tótems capitalistas. No queremos éste sistema depredador y así lo podemos demostrar. Cada aportación cuenta, no creáis que estáis solos en la rebeldía contra el gran capital, cada vez somos más quienes apostamos por otros modelos de consumo y creemos en ello.

Ánimo, y a por el cambio J

 

Alba Sánchez

 

martes, 11 de diciembre de 2012

VAYA CON EL NOBEL...


Me encantan los humoristas que dan el premio Nobel de la Paz. Es que me descojono, así de claro. Pensaba que desde lo de Obama no se podían superar y dar más de sí mismos pero vaya que sí: la Unión Europea, ni más ni menos. Un ente pacificador como ningún otro. Me parto y me mondo.

Hay tres negocios en el mundo que son tan rentables como inmorales. Son el tráfico de seres humanos, el de drogas y el de armas. Si le daban un premio a la complejidad de estos negocios y su amplio desarrollo en un continente, entonces Europa y su Unión bien se lo merecían, que ahí si que dan el pego en todito. Un territorio que es, además de estratégico desde el punto de vista geográfico para la trata de blancas y el tráfico de drogas, uno de los principales comerciantes del negocio armamentístico del panorama internacional, es sin duda y en los tiempos que corren, carne de premio Nobel de la Paz.

La UE. La misma institución que  entre 1994 y 2001, la UE exportó armas por valor de casi diez mil millones de dólares estadounidenses a países en vías de desarrollo, enriqueciéndose con masacres y guerras que pretendían hacer ver que solucionaban desde sus despachos cuando la única realidad es que dejaban a la gente morir.

Deberíamos ir a la antigua Yugoslavia, a los Balcanes, a Bosnia, para preguntar si este Nobel es un premio merecido. Allí donde dejaron morir, donde permitieron masacres sin hacer nada, donde debatieron una y otra vez mientras seguían cayendo inocentes y el negocio de las armas era más rentable que nunca.

Podríamos preguntar también a la España de Franco, que nunca fue denunciada como el régimen fascista que era, que nunca fue auxiliada y que simplemente pudo esperar a que muriera su dictador –que mataba de puertas para adentro hasta días antes de su propia muerte- para entrar en la Unión Europea. Podríamos preguntar a ellos y a nosotros mismos si se merecen tal distinción quienes siempre han mirado a otro lado y no se han involucrado en el bienestar y en la justicia de los pueblos más allá de en términos económicos –y ya, por cierto, ni eso-. ¿Qué paz es la que prodigan?

Pero no nos vayamos tan lejos. Si pasar de dictadores o engordarse los bolsillos a golpe de Kalasnikov no nos parece suficiente, miremos la paz que tienen ahora mismo para nosotros, para los países del sur: la paz de los cementerios. La de la austeridad impuesta, la de la deuda odiosa, la de la opresión financiera que condena a los pueblos a la miseria en lo que todavía dice llamarse “primer mundo”. Ésta es la paz que premian con este absurdo Nobel: la de las bocas cerradas donde no entran moscas, la de las miradas sumisas ante el espectáculo de un circo que ellos se guisan y ellos se comen, autopremiándose con hipocresía, sabiendo que  la Unión ha fracasado, que hay gente pasando necesidad en la tierra que creían tan próspera, pero cuyo cuento de hadas tan falso como atractivo pretenden seguir vendiendo hasta su último aliento. Aunque sea con tonterías de estas, que ya nadie se cree.

Y sobre el jugoso premio económico pues mira, que se lo den a Merkel, a ver si así se relaja con sus deudores y demás fantasmas que son diferentes, pero que siguen recorriendo Europa.
En fin…
Bonita semana J
 
Alba Sánchez

martes, 4 de diciembre de 2012

DE SOLIDARIDAD Y DEPENDENCIA


Hoy una noticia me ha emocionado, para mal. Si hubiera dicho que era una noticia sobre recortes no habría hecho falta más explicación. Hoy, inmersos en la huelga de la sanidad madrileña, y con el país manga por hombro en lo que a políticas se refiere, me he ido a encontrar en el diario público con las cuidadoras de dependientes, que acaban de salir a golpe de tijeretazo del sistema de cotizaciones a la seguridad social.

Digo cuidadoras porque esta labor la llevan a cabo en un muy alto porcentaje mujeres, pero si lo preferís podéis tomarlo como “femenino neutro”. EL caso es que estas personas, de las que depende alguien que a su vez depende –valga la redundancia- de forma vital de la sanidad pública, ya no pueden seguir aportando a su jubilación, a su sanidad, a su educación, a sus servicios públicos, porque por lo visto no se las considera “trabajadoras”.

Quizás entienden los tipejos del gobierno que tener una persona dependiente en casa es como tener una mascota o una planta que vale con hacerle un mínimo caso. No sé si conciben realmente lo que puede suponer que alguien dependa directamente de tu presencia casi constante durante prácticamente toda su vida. Supongo que piensan que ahí les vayan dando, que no es su problema y que trabajen los cuidadores, que para hay que levantar el país y lograr los malditos objetivos de déficit. Si por ellos fuera, trabajaría hasta el dependiente en cuestión.

La solidaridad está pasando de ser un valor a ser una virtud, en los días que vivimos.

Soraya se incorporó, muy gallarda ella, a sus labores como vicepresidenta a diez días de dar a luz a otro pepero en potencia. El mensaje es claro: si ella puedo dejarlo todo (hasta renunciar a la baja de maternidad) por levantar el país, cualquiera puede. Obviamos el detalle de que su sueldo da para niñeras a cascoporro, y que la baja por maternidad fue una de las grandes conquistas de la lucha obrera, otra de las cuales están dispuestas a pasarse por el forro.

Que las cuidadoras de dependientes cotizaran a la seguridad social era algo así como una conquista social, similar a la baja de maternidad. Aunque también mejorable, había cambiado efectivamente la vida de personas que no lo tenían nada fácil (Y me refiero tanto a cuidadores como a dependientes). Recortar esto no es un sacrificio de esos que dicen serán “temporales” y son “necesarios” y apelan a la “solidaridad ciudadana”. Esto no es solidaridad, es violencia institucional, dictadura, y condenas de facto a malvivir a quienes han entregado su vida por cuidar a otra persona, algo de lo que ningún personaje del Congreso tiene ni puñetera idea.

Me indigna al máximo que me digan que tengo que hacer sacrificios, y sin embargo tenga que seguir viendo que el Rey se opera en la clínica privada y más cara de Madrid, mientras que Carme o Begoña (dos de las protagonistas de la noticia que leí en Público) tienen que vérselas y deseárselas para cuidar a sus hijos dependientes, con sueldos de mierda, y ya sin poder garantizarse una jubilación. Es una vergüenza la situación, pero más vergonzoso es todavía que sigan intentado convencernos de que somos todos iguales.

Por más que me lo expliquen, jamás podré comprender como pueden decir “necesario” a condenar a las personas que se han pasado la vida trabajando a situaciones de pura supervivencia que no merecen, por el esfuerzo aportado. Roban vidas, esfuerzos, sueños y trabajo, y nos dicen que es necesario. Pero lo suyo sigue intacto: que me explique alguien, porque debo ser muy corta, qué se entiende por necesidad, por solidaridad, y por sacrificio, cuando estas palabras las dice el gobierno español.

Si es necesario poner a 85.233 personas contra la espada y la pared, si por solidaridad entendemos poner los objetivos de déficit de una deuda que no hemos creado los trabajadores por encima de familias y personas, o si sacrificio significa callarnos la boca para que sigan “levantando el país” sobre nuestros propios cadáveres, si eso es así, yo me adscribo a lo que diría Mafalda “que paren el país, que me quiero bajar”.

 

Suerte y ánimo a tod@s los cuidador@s de dependientes, en vuestra lucha que es de todos.

 

Alba Sánchez