Últimamente veo, escucho y leo más
racismo del que me gustaría. Me parece francamente demasiado
dislate, un grado aterrador de idas de pinza camufladas de frases
hechas del tipo "yo no soy racista, pero...". Pero nada,
oye. Si usas esa frase es porque probablemente, algo racista eres. También tienes la oportunidad de trabajar sobre ello, no
está todo perdido. El racismo es una de esas enfermedades que se
curan viajando o leyendo, pero hay que comprometerse con la propia
curación, no vale cualquier cosa. Por poner un ejemplo, no vale pintar de negro a un tío para que haga de Baltasar en un país que se caracteriza por su multiculturalidad y su cercanía a África, porque estamos haciendo el paleto renunciando a visibilizar una de nuestras características culturales más enriquecedoras. Y además el ridículo.
Lamentablemente hay asuntos más preocupantes que el de los cutrefactos Baltasares desteñidos. Hace algunos días un hombre (si,
sorpresa. Era un hombre. No un inmigrante, persona de color,
subsahariano, ilegal, negro. Era un hombre, ni más ni menos) lanzó a un
policía (que también era un hombre, exactamente igual que su
asesino) a las vías del metro. El policía resultó muerto. No es
que no lo lamente, nadie se merece una muerte así. Mal está por
parte del hombre que lo lanzó, y provocó la desgracia para la víctima y su familia. Eso es totalmente condenable. Pero mal está también el
tratamiento mediático que se ha dado después del hecho, donde se
han resaltado básicamente la cuestión de la raza y de la condición
de inmigrante del agresor, por encima de los meros hechos acaecidos.
Los periodistas, como siempre, haciendo de las nuestras. Lo que me
sorprende es que toda esa gente que nos pone sistemáticamente a
parir por manipuladores, no lo haga en casos como este, donde todavía
estaría justificado. Porque lamentablemente he observado que la
versión y el enfoque racista de algunos medios de desinformación
han triunfado de nuevo. Os pondría enlaces a los periódicos que han empleado lenguajes, expresiones y titulares abiertamente racistas, pero el ministro Wert ya no me deja. El caso es que ladramos sobre manipulación mediática
mientras nos la inyectamos en vena. No lo entiendo.
Si en lugar de un hombre de raza negra
hubiera sido un vecino de Getafe con toda su ascendencia entre Madrid
y Extremadura, ¿habría cambiado algo en los hechos? ¿Estaría vivo
el policía? ¿Sería menos malo el agresor? Que cada uno se responda
según sus convicciones, en el interior de nuestras cabezas no nos
engañamos ni a nosotros mismos así que probad a ver qué os
encontráis por ahí todos los que decís que es un añadido de
gravedad al asunto el hecho de que haya sido un "puto mono"
o "un inmigrante de los que vienen a quitarnos el trabajo", un "ilegal"
o "de los que vienen a hacer el mal, a robar o a delinquir".
Se ve que todo el mundo sabe ahora quien es ese hombre, cómo ha
llegado aquí, cual es su situación burocrática y para qué ha venido a nuestro país. Eso se llama juicio paralelo, y sobretodo
se llama injusticia. Y lo de llamar "ilegal" a un ser humano... eso debería considerarse un caso clínico, a estas alturas del siglo XXI.
Si el hombre ha cometido un delito, que
evidentemente así ha sido, tendrá que comparecer ante los
tribunales como está mandado. Pero no tendrá que responder por
negro, o por africano, o por inmigrante, tendrá que responder por
arrojar a otro hombre a la vía del metro y matarlo. Sin más. Todo
lo demás, perdonadme, son idas de pinza y racismo más o menos
encubierto.
No escupáis tan alto, chavales y
chavalas españolit@s, que formáis parte de un pueblo de pasado y de
presente inmigrante, quien sabe si también de futuro. Si os creéis
que los inmigrantes españoles que se van al extranjero son mejores
que los que saltan la valla de Melilla, lo lleváis claro. La única
diferencia entre ellos son las mentiras que os cuenten y os queráis
creer. Si no, daros una vuelta por Londres o por Berlín y buscad
algo de comida rápida, veréis que con muy poca de suerte, la podéis
pedir en español si el inglés no es lo vuestro.
Añadir la etiqueta de la raza o la
procedencia como agravante de un delito dice más de quien la emplea
que de quien se habla. Estamos en el siglo XXI, en una sociedad que
aparenta haber suprimido las fronteras, donde la tecnología nos abre
ventanas inimaginables al mundo, y no sabemos usarlas. Nos creemos
modernos y estamos anclados a esquemas mentales propios de siglos
pasados, y además no hacemos nada por solucionar nuestra propia
estrechez mental, ahora que tenemos más medios que nunca. Llamamos
delincuentes y ladrones a quienes han venido a buscarse la vida (y esto no lo digo por el asesino del metro, sino por todas las generalizaciones que he leído a raíz de su noticia), y
seguimos votando y dejando nuestro dinero en manos de quienes nos
roban ya más que abiertamente (que por cierto, son españolísimos y
blanquísimos). Qué mal te veo, España. Qué mal te veo...
Alba