lunes, 20 de octubre de 2014

ARRIBA EL TELÓN. SEGUNDO ACTO



Ni un año entero he podido sobrevivir a la tentación de volver a Los Días Inciertos. He pasado muchos ratos pensando que la vida son etapas y que no hay que volver sobre las ya cerradas, casi a la vez que me decía que la vida también son caminos y si uno te encantó, sería bueno tener la oportunidad de recorrerlo de nuevo, incluso mejor si se hace con más experiencia, con los ojos más abiertos y la mente más ordenada. Supongo que hay algo de cierto en ambos planteamientos y que ninguna opción es mala ni buena, así que abrazando ese relativismo he decidido reabrir mi chiringuito de antaño. ¿Un paso atrás? Puede ser, pero no todos los pasos atrás son negativos: algunos sirven para volver a casa, para reconocernos en nuestros errores, para no privarnos de hacernos felices de nuevo. Yo estaba tan cómoda en Los Días Inciertos que siento que vuelvo a casa, al rincón aquel donde solía vocear la injusticia y la decadencia de mi tiempo, entre algunas cucharadas de esperanza que pretendían ser grandes y al final, hacían lo que podían…

Este año ha transcurrido entre diversos proyectos en los que he crecido personal y profesionalmente, y seguiré picoteando -como es mi costumbre- de aquí y de allá, en diversas batallas y en diferentes frentes, pero quiero que sea de nuevo como fue, con mi espacio de total libertad como referencia, con Los Días Inciertos como mejor escaparate de todo lo que defiendo. En ninguno de los proyectos que emprendí (y que sigo defendiendo y me siguen motivando) encontré la libertad creativa que dejé olvidada tras la puerta de este blog al cerrarlo: solo yo y mi teclado, y mis idas de olla. Finalmente la "morriña" de aquellas reflexiones casi febriles ha sido más fuerte que la falta de motivos para no retomar este proyecto que siempre me apasionó.

Además, es difícil mantener callado un blog como este durante unos meses en los que no han dejado de pasar cosas. Asistimos a unos días casi apocalípticos en la política nacional, lo que eran unos chorizos de tres al cuarto ahora han resultado ser una mafia con poco que envidiar a la de las películas (si acaso la estética, en las pelis son más guapos), la gestión gubernamental flaquea tanto y por tantas partes que ya no sabes ni a qué tema atender de entre el enorme catálogo de escándalos que tenemos abiertos de par en par, los ciudadanos no dejan de moverse en dirección al cambio político y social experimentando nuevas formas y tratando de darle una vuelta de tuerca a las clásicas. He de decir que este momento histórico de repatea y me fascina casi a partes iguales.

Asistimos, como Anguita ha dicho alguna vez, a una crisis de civilización, a un replanteamiento de todos los esquemas sociales y políticos que se da desde la mayoría de los puntos de vista. La lucha por el cambio está hoy más despierta que nunca: el problema es que hay propuesta más y menos progresistas, conservadoras, y directamente reaccionarias. Estas últimas, las más peligrosas, son las que están rigiendo nuestras vidas actualmente, en España y en el mundo, en eso no hemos mejorado demasiado. Lo que si es cierto es que en pocos momentos de la historia se lo han puesto tan difícil a la injusticia a base de respuesta y movimiento social con propuestas alternativas. Por eso creo que aún no hay lugar al desánimo, aunque su sombra nos sobrevuele más a menudo de lo que nos gustaría. Por eso quiero seguir aportando reflexiones y participando del cambio desde esta plataforma en la que solía escribir. No es que tenga que justificarlo, pero no me importa hacerlo. 

Dicho lo cual, aquí estaré de nuevo, semana tras semana, observando y comentando los entremeses, actos y sainetes de este teatro mundo del que hablaba Calderón de la Barca. Levanto de nuevo el telón para intentar que entre todos consigamos ver qué se cuece entre las bambalinas de los días que atravesamos, para aportar mi grano de arena de nuevo, para trabajar por el cambio desde la profesión que escogí, y hacerlo con total independencia. Otra vez, pero con más tablas, con más conocimientos, con más posibilidades. Esta vez diversificaré en los temas y en los contenidos, aportaré más calidad, más análisis y más trabajo. En este proyecto no hay más filosofía que el esperanzar, tirar del carro, explicar y explicarme, traducir las peculiaridades de una etapa compleja, siempre en la medida de mis posibilidades y con la ayuda inestimable de todos quienes me leísteis en vuestro día, y la de todos los que decidáis volver o empezar a hacerlo ahora.

Bienvenidos de nuevo a los días más inciertos, en que vivir es un arte...





Alba

3 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu vuelta!! Deseando leerte!! Besos y aplausos!!

    ResponderEliminar
  2. Gracias a tí Ruth por estar siempre al pie del cañón!!! No os haré esperar mucho. Un besote

    ResponderEliminar
  3. enhorabuena de nuevo por estar ahí.

    ResponderEliminar

Gracias por tu opinión