Tokio se ha llevado las olimpiadas. Y punto, y ya está.
Vamos a dejar de llorar de una vez porque, por mucho que nos duela, no ha sido
un tongo sino una decisión lógica y justa.
Lógico es que un país de máxima solvencia económica proponga
ser anfitrión de un acto que supone fuertes inversiones monetarias, que en caso
de salir bien enriquecerán al país en cuestión, y si no sale adecuadamente al
menos no le dejará en la última de las ruinas posibles, tal y como arriesgaba
España con su candidatura. En Japón no hay riesgo, hay pasta, mal que nos pese.
Lo que no es lógico es que un país tan azotado por la crisis
como España, tan recortado y aún recortable, todavía se vea en la necesidad de vender que unos Juegos Olímpicos nos sacarán de la crisis y supondrán un impulso económico sin precedentes. El impulso económico que necesita este país ha de venir no ya de sus políticos y sus ideas peregrinas sobre economía, sino de unos ciudadanos que reclamen día a día el cese de los recortes sociales y el mantenimiento del Estado de Bienestar que estamos perdiendo, con la misma intensidad con la que han soñado los Juegos Olímpicos que, razonablemente, no podemos preparar. ¿Se destinará la inversión programada para Madrid 2020 a gasto social? ¿a becas? ¿a hospitales? ¿a dependencia?... Lamentablemente y en este momento, todos conocemos la penosa respuesta. Eso si sería un impulso, pero no lo van a hacer.
Entiendo el entusiasmo de los deportistas al mantener el argumento de la salida de la crisis en favor de lo que para ellos es un sueño profesional, lo que no entiendo es la desvergüenza de los políticos al defender lo mismo, mientras recortan en todo lo socialmente imprescindible y condenan al país a la miseria, mientras le hablan al COI de solvencia y seriedad. Sus prioridades para con sus ciudadanos, dejan francamente mucho que desear: ni Madrid ni los madrileños han sido nunca una prioridad para los políticos, en cambio la promoción del turismo extranjero y el ladrillazo son tradicionalmente sus deportes favoritos, y ninguno es olímpico.
Si nosotros, Madrid en este caso, fuera la prioridad, no sería el Ayuntamiento más endeudado de España (entre otras cosas, por sus tres candidaturas a ciudad olímpica) ni sería la Comunidad que más castiga a sus universitarios a golpe de tasa, o una de las que registra más ejecuciones inmobiliarias, o esa en la que se propone que los niños sin recursos lleven un taper al comedor escolar que ya no se les facilita, también es ese lugar donde el acceso a la salud no es igual si eres inmigrante y no tienes recursos económicos. Eso es Madrid, y mientras eso sea así, no hay sueño olímpico que valga. Aunque también es cierto que para arreglar todo eso no solo hace falta dinero, hace más falta un cambio de chip que vete tú a saber si llega a darse algún día: en políticos, y sobre todo en ciudadanos.
Entiendo el entusiasmo de los deportistas al mantener el argumento de la salida de la crisis en favor de lo que para ellos es un sueño profesional, lo que no entiendo es la desvergüenza de los políticos al defender lo mismo, mientras recortan en todo lo socialmente imprescindible y condenan al país a la miseria, mientras le hablan al COI de solvencia y seriedad. Sus prioridades para con sus ciudadanos, dejan francamente mucho que desear: ni Madrid ni los madrileños han sido nunca una prioridad para los políticos, en cambio la promoción del turismo extranjero y el ladrillazo son tradicionalmente sus deportes favoritos, y ninguno es olímpico.
Si nosotros, Madrid en este caso, fuera la prioridad, no sería el Ayuntamiento más endeudado de España (entre otras cosas, por sus tres candidaturas a ciudad olímpica) ni sería la Comunidad que más castiga a sus universitarios a golpe de tasa, o una de las que registra más ejecuciones inmobiliarias, o esa en la que se propone que los niños sin recursos lleven un taper al comedor escolar que ya no se les facilita, también es ese lugar donde el acceso a la salud no es igual si eres inmigrante y no tienes recursos económicos. Eso es Madrid, y mientras eso sea así, no hay sueño olímpico que valga. Aunque también es cierto que para arreglar todo eso no solo hace falta dinero, hace más falta un cambio de chip que vete tú a saber si llega a darse algún día: en políticos, y sobre todo en ciudadanos.
Todavía dicen que no se lo explican, que ha sido una total
injusticia que le dieran los Juegos Olímpicos a un país como Japón, con una
economía sólida, punteros en nuevas tecnologías, y una seguridad aceptable pese
a la cuestionable crisis de Fukushima. Supongo que nadie podía esperar que un país como
el nuestro, tan “salao” pudiese perder en algo contra una potencia económica de
primera orden.
Me parece sorprendente que a poca gente le entre en la cabeza el hecho de
que nuestra imagen internacional actual se basa en la corrupción y en la mala praxis política: en la repartición de dinerito
fresco en sobres entre la casta que dirige el país, y cuyo ex tesorero
se encuentra en la cárcel acusado de graves delitos fiscales que podrían –presuntamente-
implicar a altos cargos del partido que preside el poder ejecutivo.
Supongo que todo eso eran nimiedades al lado de todo lo positivo: el ochenta por ciento de las infraestructuras construidas… ¿o era el noventa? Nunca lo tuve claro, se ve que Ana Botella tampoco y por eso se fue por los cerros de Úbeda con la oportuna pregunta que le formularon desde Associated Press acerca de si, efectivamente, era un buen momento para España en materia económica. A nadie se le escapa que no lo es.
Supongo que todo eso eran nimiedades al lado de todo lo positivo: el ochenta por ciento de las infraestructuras construidas… ¿o era el noventa? Nunca lo tuve claro, se ve que Ana Botella tampoco y por eso se fue por los cerros de Úbeda con la oportuna pregunta que le formularon desde Associated Press acerca de si, efectivamente, era un buen momento para España en materia económica. A nadie se le escapa que no lo es.
Claro que el problema puede ser, sencillamente, que la ex
primera dama y alcaldesa no electa de Madrid no habla ni papa de inglés. Y como
ella, otros tantos. Eso sí, que no se tome el COI tan a pecho el tema de los
idiomas, ya que en este país puede que la mayoría de los políticos apenas
chapurreen el idioma sajón, pero no encontrarán a un solo camarero que no lo
haga. Condición sine qua nom para poner birras, pero nunca para ocupar un alto
cargo político, para eso, como si directamente berreas.
Y lo cierto es que lo siento, pese a que crea profundamente
que Madrid no debe albergar unos Juegos Olímpicos por su situación económica,
siento que jueguen con los sentimientos del personal, en especial de los
deportistas que se lo curran día a día y no siempre lo ven recompensado: véase
a las campeonas de gimnasia rítmica, a las que nadie ha vitoreado en un autobús
por la Castellana. Qué fácil es apelar al sentimentalismo más barato como hizo
el Príncipe en su discurso. Para mala suerte de esta pandilla de cutres, el
COI es algo más serio que todo ese rollo suplicante.
Dejaros de historias. Si en 2020 tenemos un Madrid aún habitable donde no nos hayan consumido ya las deudas, los precios desorbitados, los desahucios, la ignorancia, o el servilismo, ya podemos darnos por satisfechos, dados el camino que llevamos...
Bonita semana a todos :)
Alba
Estoy de acuerdo con lo que has escrito, pero no tenemos que olvidar que se han presentado varias infraestructuras como terminadas y sólo tienen puestos los tristes cimientos, hay esta la confusión que si el 80% o el 90%, ni siquiera ellos saben lo que tienen o lo que no.
ResponderEliminarOtra cosa a tener en cuenta y es lo que mas me duele, los pabellones y edificios ya construidos han sido sufragado con dinero público, ¿por eso han subido las tasas? ¿Por eso quieren privatizar la sanidad? Si yo quiero ir a ver un partido de tenis a la caja mágica, ¿puedo ir gratis? Parte de mis impuestos han siso para pagar este y otros edificios, por lo tanto los tendré que disfrutar de alguna forma.
No me quiero enrollar mas, de nuevo muchas gracias y perdón por no escribir antes.
Gracias por tu comentario Jorge. De lo que expones saco la conclusión de que aquí lo que se ha vendido ha sido puro humo, e historias que ni ellos se creían. Sería la primera vez que en España algún proyecto de ésta magnitud no dobla el presupuesto y claro, eso también lo íbamos a pagar entre todos, como los pabellones y edificios que ya están y se supone que, como dices, deberíamos poder disfrutar...
EliminarGracias por tu comentario y no te preocupes, aquí se escribe cuando se puede y se quiere, y sobre todo cuando se tiene algo que decir ;)
¿pero alguien cree de verdad que estamos preparados pera organizar algo?
ResponderEliminarAquí lo que hay que organizar es que se acabe el paro,la explotación a los trabajadores y el privilegio de toda la casta política que...que por mi sobran todos.
Estos son los juegos que hay que organizar en...como se llame este país¿he dicho país?la verdad no se lo que es.
Hola Alba,
ResponderEliminarHoy sólo vengo a presentarme. He hecho un nuevo blog y quería invitarte para compartir contigo, si te parece bien.
Aún no tengo amigos, jajaja, ando solo por el mundo todavía. Así que si te gusta también tendrás un nuevo amigo.
Saludos,
Jacob K