martes, 17 de septiembre de 2013

LANZAS, VALIENTES Y OTRAS MISERIAS



Un año más, un toro de nombre Vulcano ha muerto lanceado por una centenares de jinetes y mirones varios en el pueblo de Tordesillas. 

Llevamos varios días viendo y oyendo detractores y defensores de la fiesta en televisión. Hoy lo que más me apetecería sería tener a un defensor delante, para que me explicase varias de las soberanas tonterías -en cuya ignorancia reside la crueldad en sí misma- que he venido escuchando últimamente televisión mediante. 

Una señora sentada en la terraza del bar del pueblo en cuestión, ha soltado por esa boquita que “es una lucha noble cuerpo a cuerpo”. Y se queda tan ancha la tía. Si es una lucha cuerpo a cuerpo entre el hombre y el toro, doña, explíqueme para qué quieren caballos y lanzas. Ya me gustaría ver a los mismos sanguinarios que se vienen arriba desde el caballo enfrentados en un cuerpo a cuerpo real, con un animal en sus plenas facultades sensitivas, y sin estar sometido al estrés de tener que aguantar a todos los “valientes” del pueblo juntos y revueltos.  En cuanto a lo de noble… diré que me parece tan noble como el que te rajen a navajazos en la calle con nocturnidad y alevosía. Así de noble.

Lancear a un animal entre un pueblo entero hasta la muerte por pérdida de sangre o porque simplemente le abran las tripas de arriba abajo, puede ser una tradición, yo no digo que no. También la ablación femenina lo es y a todos nos escandaliza mucho por estos lares que llaman civilizados. A mí me cuesta pensar en Civilización como tal en sitios donde se llevan a cabo prácticas más propias del Medievo que del siglo que vivimos. 

La filosofía de “llevamos varias centurias cosiendo toros con lanzas y no pensamos parar ahora porque hace mucho que lo hacemos” es propia de una sociedad envejecida, que se pudre en sus propias contradicciones sin intentar hacer autocrítica ni plantearse siquiera el ir a mejor. Cualquier año sería bueno para sustituir esta brutalidad por cualquier otro rito donde la sangre no sea la protagonista. No se hace porque no se quiere, no porque no se pueda, no porque las tradiciones sean inamovibles, que no lo son.  

Y ojo que aquí hay para todos, no se vayan a molestar los señores políticos por rollos de protagonismo: el gobierno de la Comunidad con el PP a la cabeza, y el Ayuntamiento regentado por el PSOE han hecho lo mismo por intentar evitar la muerte de Vulcano y de todos los anteriores: nada. 

Si tal y como decía Gandhi “la grandeza y el progreso moral de una nación puede medirse por su forma de tratar a los animales”, no sé si en España y el Tordesillas deberíamos agachar la cabeza y asumir que estamos en bragas en materia de humanidad. 

Ahora planteo lo siguiente, por si a alguien le sirve: si cada año un solo  ser humano fuera lanceado en campo abierto por una hipotética especia intelectualmente superior –que no es difícil que exista en éste u otros mundos- que hace de la muerte de nuestro compañero una fiesta en toda regla a costa de la tortura a un semejante. Si tuviéramos que rezar para que no nos tocase algún día ser ser algo así como “el Humano de la Vega” en las fiestas del pueblo de una especie que se lo pasase pipa viendo correr nuestra sangre… si fuésemos nosotros y no los toros, ¿qué pensaríamos de la especie verdugo? 

Una gloria del alcalde de Tordesillas : “el toro siente dolor, pero no sufre”. Aquí tenemos la capacidad de razonamiento de la primera línea de la política local de Tordesillas, supongo que sobre esos cimientos, poco se puede construir. Hoy mismo se ha agredido a animalistas que se manifestaban contra el festejo, lanzándoles piedras y palos, al más puro estilo cavernícola.  Me niego a pensar que todo el pueblo sea de ese corte, pero de lo que no cabe duda es de que esta es la imagen que dan al exterior, y no parece importarles demasiado. 

En la página web del patronato del Toro de la Vega hay un personaje que compara a los animalistas con Hitler, ya que según su versión, el fascista fue el primer animalista de la historia. En la misma página donde se dice esto, se declara que esta “prohibido” utilizar ningún material de la web para nada que no sea promover la fiesta del toro.  Vamos, que si es para ponerla a parir, te prohíben usar sus fotos, artículos y materiales varios. Supongo que tampoco tienen muy claro cómo funciona el periodismo y la gestión de fuentes de información, pero ellos por si acaso lo intentan. 

¿Tan difícil es ponerse en la piel de un animal que sufre de forma innecesaria? ¿De verdad que no podemos encontrar otras formas de diversión como una verbena clásica y unos coches de choque? No lo entiendo. Por tradición, por festejo, por pasarlo bien, hay que torturar y matar. Por mucho que me lo expliquen, nunca le encontraré sentido. 

ABOLICIÓN YA

Alba Sánchez

1 comentario:

  1. Es un acto repugnante se mire por don de se mire, he dicho repugnante y cobarde" de ponerse delante de un animal bravo se algo".
    esa crueldad no hay por donde cogerla,sufrí muchísimo cuando vi lo que nos pusieron en la tele.De verdad digo que si yo fuera el ganadero jamás venderia un animal mio a semejante martirio.Como persona me siento triste y avergonzado¿no nos queda algo de humanidad?

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