El día 3 de mayo se celebra, conmemora, o como lo queramos
llamar, el Día Internacional de la Libertad de Prensa. Los Días Inciertos no
podía hacer otra cosa sino mencionar tal evento, aunque particularmente no
acabo de entenderlo como una celebración (dadas las circunstancias de la profesión,
poco hay que celebrar), o como una conmemoración (conmemoramos cosas que
pasaron y la Libertad de Prensa nunca pasó del todo, desafortunadamente).
El periodismo en cifras es desolador: 12. 354 profesionales
de la información han perdido su trabajo en Europa por culpa de la crisis. Éstos
solo se han quedado en paro así que pueden darse con un canto en los dientes,
como se suele decir. Por mucho que el paro sea un problema, más lo es ser
asesinado como lo fueron 88 periodistas en 2012, o encarcelado como otros 879
(más 144 blogueros), amenazado o agredido como 1.993 personas, o incluso
secuestrado como 38 periodistas. Todos ellos solo en el pasado año.
A la vista de estas cifras, me duele en lo personal que
algunos impresentables aún continúen con el rancio argumento de que los
periodistas mienten, manipulan, son unos
vendidos, unos partidistas, descendientes directos de Satanás y bla bla bla.
Utilizan la generalización más injusta para intentar justificar con muy poco
éxito el hecho de que no saben informarse, ni utilizar las herramientas de las
que el buen periodismo dota al ciudadano.
No solo no todos son unos vendidos sino que muchos se juegan
literalmente su vida para contar cosas a quien luego le tacha de mentiroso.
Algunos después de jugársela, la pierden, y los mismos argumentos siguen
cayendo sobre una profesión que parece tener que estar justificándose
constantemente. Me niego a justificarme ni un minuto más.
Lo que sí pienso hacer es recordar que el periodista está al
servicio del pueblo, y que forma parte de él. El recordatorio va para los
periodistas que ensucian con mala praxis a la profesión, y para los ciudadanos
que prefieren difamar antes que reconocer que hay muchos periodistas por el
mundo que los tienen muy bien puestos. El profesional hace su trabajo a veces
mejor y a veces peor, pero no es el único implicado en el proceso comunicativo:
estar informados es un DERECHO, que conlleva una RESPONSABILIDAD. La de cada
uno de los lectores de prensa para elegir la información que da por válida y
los motivos por los que hace esa selección.
Ahí, señoras y señores, solo entra su criterio de selección:
trabájenlo un poco y se darán cuenta de que tienen a su alcance herramientas valiosísimas
para estar informado que solo puede gestionar usted mismo, y que el periodista
solo puede acercarle o mostrarle. Cada
cual que asuma su responsabilidad, y dejemos de hablar como si fuésemos niños
de parvulario que no saben acceder a la información en pleno siglo XXI y rodeados
de más herramientas tecnológicas de las que sabemos utilizar. Separar la paja
del grano es algo que siempre se ha hecho, y nadie se enfadaba con el grano por
estar –necesariamente- en contacto con la paja.
Por todos esos profesionales anónimos que entregan cada día
si vida, su libertad y su tiempo para dignificar una profesión con hechos y no
con palabras, hoy tenemos nuestro particular homenaje, que no es celebración ni
conmemoración. Que es solo una cuestión de justicia.
Gracias por devolvernos la fe en la profesión más hermosa
del mundo, y por luchar porque la Libertad de Prensa sea algún día una realidad en la que periodistas y ciudadanos se entiendan en respeto y Democracia.
Alba Sánchez
Es la eterna canción de siempre.El poder manipula al pueblo que,por otra parte interesa que esté dormido o aborregado.
ResponderEliminarNo hace falta ser muy listo para ver las "armas que usa" para conseguirlo.Pero ante tantos obtaculos siempre hay ´quién lee y se informa de autenticos profesionales o disfruta con árticulos o conlumnas que te hacen madurar y muchas veces agradableel vivir entre tanta podredumbey hedor.
Siempre estaré y admiraré la labor de un buen periodista.Otra cosa son los charlatanes y juntaletras.