miércoles, 27 de febrero de 2013

DOS AÑOS DE INCERTIDUMBRES



Hoy hace dos años que me lancé a las andadas de la información gamberra y deslenguada que viene caracterizando ‘Los Días Inciertos’. Ya ha llovido un poco.

Dos años de crítica no siempre constructiva y no siempre acertada. Dos años de desahogo –eso sí que sí- por la incertidumbre que inunda a mi país, a mi generación y a todas, y a mi profesión. Dos años de mucho aprendizaje y de muchas satisfacciones, todas y cada una debidas a vosotros que me leéis. Mi agradecimiento más sincero.

Aunque últimamente no tenga todo el tiempo que quisiera para dedicar a mis divagaciones blogueras por un alud de proyectos agolpados en mi mente y en mi agenda –que no tengo-, Los Días Inciertos sigue siendo esa trinchera de confort y de libertad periodística donde me acurruco cuando necesito simplemente eso: hacer periodismo, lo que yo entiendo al menos por periodismo. Si no fuera por este blog, difícilmente podría explayarme como lo hago, meter la pata o el dedo en la llaga, desarrollarme profesionalmente en un sistema que me da pocas oportunidades para hacerlo. 

Sin embargo la realidad se impone y las oportunidades –por pequeñas que sean- empiezan a diversificarse, lo cual me obliga a prestar un poco menos de tiempo a todo lo que quiero hacer. 

En el horizonte: un pequeño proyecto editorial, una pequeña inclusión en el mundo de la Responsabilidad Social Empresarial, una carrera de investigación en pañales y un nuevo blog especializado en comunicación solidaria y para el desarrollo cociéndose y a punto de salir del horno. Ahí es ná, para empezar no está mal. 

Al querer hacerme con todas estas nuevas e interesantes iniciativas, he pensado muchas veces en lo “peligroso” que puede ser Los Días Inciertos y mis políticamente incorrectas opiniones. He de reconocer que he pensado incluso en dejarlo, pasar página y continuar en otra dirección, pero eso lo he pensado poco rato: al cabo de acordaba de lo bien que me lo paso haciendo el cafre, el kamikaze periodístico, lanzándome a la boca del lobo con cada irreverencia. En fin,  yo soy yo y mi agenda, y Los Días Inciertos ya estaban en ella cuando llegaron los proyectos  que ahora compartirán trayectoria.

Tendrá que verse si soy capaz de hacerlo todo: pero he decidido que Los Días Inciertos se queda. Seguirá sin aparecer en mi currículum porque soy realista y sé que sería una espada de Damocles en toda regla, pero no por ello me sentiré menos orgullosa de ser una de las personas que tratan de decir las cosas como las analiza y con libertad. Las consecuencias son inevitables, como dice Enrique Bunbury : “también de vez en cuando está bien asustar un poco”. 

Os agradezco de nuevo seguir ahí con vuestras visitas, comentarios, contenidos compartidos, opiniones. Es un honor para mí contar con un público de mentes libres e inquietas de los que seguir aprendiendo y creciendo.  Aunque el ritmo aminore un poquito por motivos logísticos, después de dos años, aún no nos vamos. 

Seguiremos, mientras nos dejen, disfrutando de ser críticos y rebeldes en estos Días Inciertos… en que vivir es un arte.



Un abrazo, muchísimas gracias


Alba Sánchez

2 comentarios:

  1. Me alegro que sigas adelante, porque me encanta leer tus artículos y aprendo mucho la verdad!!! ;)

    Es bueno tener un sitio desde el que poder comunicar con libertad, si miedo a las directrices de otros.... sentirte escuchada y comprendida, que eso da mucho ánimo y sube el autoestima.

    Así que te deseo todo lo mejor, con este y tus otros proyectos, porque sé que cuando uno hace lo que le gusta, será bueno y destacará, simplemente, por eso mismo, porque hace lo que mejor se le da, y tú cariño, has nacido para comunicar.


    I love U my darling!!!!!

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  2. Me alegra pensar que aún queda gente como tú.El mundo que nos toca vivir es como han sido todos los pasados algo incomprensible pero,siempre que haya gente que luche por la justicia lo comprenderemos mejor.
    Como humanos que somos tenemos que vivir pero sigo creyendo que no debemos callarlo todo que aveces hay que hablar,aunque no todos tenemos el valor de hacerlo.Pero creo que debemos luchar todos contra la injusticias ó ser dueños de la esperanza.
    Doy gracias al Dios en el que creo porqué haya gente como tú y por qué haya muchos dias inciertos.Nadie nadie nos quitará jamás nuestro afan de rebeldia,nuestro sueño de qué el mundo puede ser mejor para todos.
    Quién esto escribe lo hace desde el corazón y dicen los que saben qué el corazón nuca se equiboca .GRACIAS por todo lo que me has enseñado, lo llevo como bandera qué ondeo con orgullo y admiración.

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