jueves, 24 de enero de 2013

DE PENDIENTES Y TWITTERS




Hoy estábamos en clase hablando de redes sociales, un tema que desde luego da para varios cafés. Luego llego a casa y veo que Shakira y Piqué han tenido un niño y le han abierto una cuenta de twitter su segundo día de vida. Los ojos como platos, oiga. No han esperado ni a que se le caiga el cordón umbilical… eso es vivir conectado y lo demás tonterías. 

El niño también es, desde el día que nació, socio del Fútbol Club Barcelona. Eso es otro ejemplo de lo que yo llamo “moldear” personalidades y futuros. El niño no sabe ni quien es, pero ya pertenece a un club de fútbol (del que seguro que cuando sea consciente no tiene nada que objetar, a la vista del sueldo de su padre) y a una red social. Nadie le ha preguntado, ni falta que hace, según parece. 

Somos tan dados a decidir por los niños que ya da un poco de grima: hacemos esos pequeños “miniyos” tan de molde, tan en serie, que cada vez molan menos. A una niña se le hacen los pendientes cuando nace y punto, sin dejarla decidir sobre su propio cuerpo y lo que se pone en él y lo más importante: sin aprovechar la ocasión futura para enseñarla que solo ella decide sobre su cuerpo y sus transformaciones. Mas somos adultos y nos creemos con ese derecho. Yo no entiendo del todo por qué.

Ponemos sus imágenes en la red, sin su permiso y sin su conocimiento. Esto ya es un poco fuerte. Como nativos digitales que son, muy probablemente llegará el día en que el chico o chica en cuestión tengo su propia red social y se encuentre en la tesitura de tener que elegir entre etiquetarse en la foto con el culo al aire que su madre subió cuando él era un bebito adorable, o demandarla y exigirle derechos de imagen. Una situación del todo desagradable, no cabe duda.

Con todo esto, que puede parecer una paja mental desparramada, solo quiero reflexionar sobre el papel de los adultos con respecto a los niños (no solo de criticar al político vive el periodista, déjenme variar). A veces me da la impresión de que confundimos el ser sus guías con ser sus dueños: la imagen de un niño es algo muy serio como para publicarla a través de las redes sociales y medios de comunicación para hacer negocio como en el caso de los famosuchos de poca monta, o porque sea un orgullo en mamis que simplemente no tienen muy claro las consecuencias de lo que hacen (éste segundo caso lo entiendo un poco mejor).

Aunque es verdad que no se pueden poner puertas al campo, si se puede hacer un uso un poco más racional de las redes sociales: somos una generación de tránsito, que se ha encontrado con la vida antes y después de facebook y tantas otras redes. Sabemos cómo vivíamos sin ellas y no nos iba tan mal. Ahora hemos pasado del uso al abuso: las fotos de niños en internet son sin duda un abuso, una irresponsabilidad. 

Me sorprende pensar que, como periodista, acato que desde la ética de mi profesión, los menores son sagrados, y observo cómo el imperio Murdoch se tambalea por publicar comunicaciones de una menor asesinada (una auténtico despropósito periodístico), pero por otra parte, veo que muchas madres y muchos padres que suben fotografías de menores a sus redes hasta hartarse, y me pregunto qué les parecería si la fotografía de su bebé circulase por la red sin que ellos la hubieran subido: ya supongo de antemano que les parecería fatal, pero el resultado es el mismo, porque si leemos la letra pequeña (que nunca lo hacemos, y me incluyo) resulta que ahora todas esas fotos ya no son suyas: son de la red, se las has regalado a la empresa de turno. Lo que hagan con ella ya no es asunto tuyo. 

No se trata de meter miedo ni de crear paranoias excesivas e injustificadas. Se trata de llamar a una pequeña reflexión desde mi humilde punto de vista. Por supuesto la libertad de la que decimos gozar en las redes está por encima de mis opiniones pero me gustaría plantear el punto de vista del menor, del más desfavorecido y del que debe ser protegido: no será siempre un niño de teta, llegará a ser un adulto y verá como a los adultos que fueron sus padres, amigos y familiares, se les fue la pinza reproduciendo su cara en redes de alcance internacional. No es que pase nada, pero si llega ese día y el niño te dice que “joe mama, te has pasao”, igual tiene razón, ya que es su imagen y no la tuya, y no le has dado opción a decidir. Y deberíamos tener más en cuenta que nuestros peques pueden ser nuestros hijos, sobrinos, nietos, hermanos etcétera, pero nunca serán nuestra propiedad. 

El derecho a DECIDIR se defiende en mayúsculas, y en todas las facetas y etapas de la vida. Si hay momentos en que podemos decidir por alguien por su bien, como en el caso de un bebé que no entiende las capacidades que algún día tendrá, deberíamos ocuparnos de hacerlo en lo estrictamente necesario y sin olvidar que la clave no está en decidir por él sino en enseñarle a tomar las mejores decisiones.


Que tengáis un muy bonito fin de semana

Alba Sánchez

2 comentarios:

  1. No olvidemos que en el caso de famosillos seguramente hay dinero por medio.Me pregunto ¿que carsjo nos importa el niño de el futbolero y la que dicen que canta? entiendase en el buen sentido de la palabra.Ese niñocomo ser humano si me importa pero por haber nacido de padres mas o menos famosos ya me diran.
    En el fond de todo esto hay mucho de dormir al pueblosi es que ha despertado alguna vez.A la gente hay que darle pan y circo de lo demás ya se encargan ellos.Y no me negareis que lo hacen bién...sobre todo para ellos y valga la redundancia

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  2. No quiero que se me quede en el tintero,mejor dicho en la tecla.
    Con los niños nos pasa como con los animales.Creemos que son de nuestra propiedad y como tal hacemos uso de ellos,y no es así.
    Quizas también pase que hoy hay que contarlo todo,no valoramos nuestra intimidad y los hay que por salir en los medios,otra cosa es que medios son,cuentanque cuando nacieron el sol brillaba de forma diferente¡qué lastima!

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