Hay gente en este país que es más simple que el mecanismo de un botijo. No
se me ofendan pero es que a veces tienes que oír, leer o lidiar con
cada opinión que, como se suele decir, se te caen los palos del
chozo. No obstante las acciones son mucho más importantes que las
opiniones de los maestros en el arte de quedarse en casa y
apoltronarse en el sofá, por supuesto. Eso que nos salva.
Estoy
hablando de la polémica suscitada en los últimos días por las
acciones del Sindicato Andaluz de Trabajadores a raíz de una de las
acciones de resistencia y protesta ante la actual e insostenible
situación económico-social más contundentes que se han dado en
todo el período de crisis. Si no la más.
Juan
Manuel Sánchez Gordillo encabeza desde el punto de vista público,
por ser la cara conocida, un movimiento que toma la justicia por su
mano. Y bien que hacen, que ya está bueno lo bueno. Entran en grupos
a un Carrefour y un Mercadona y se llevan sin más miramientos carros
de la compra llenos de productos básicos como aceite, azúcar,
arroz, pasta, leche, galletas y legumbres varias para repartir a
través de bancos de alimentos a las familias más necesitadas,
víctimas del paro, de la crisis y de las depredadoras medidas
políticas. Del caviar pasaron, como curiosidad.
Los
medios de comunicación, que ya nos tienen acostumbrados a sus
idioteces carentes de toda ética periodística mínima, se han
apresurado a tachar a Sánchez Gordillo y a los participantes de
ladrones. No me sorprende nada viniendo de ellos. Lo que me ha
sorprendido es la moderación de algunos ciudadanos al comentar con
la boca pequeña que “robar está mal”. Más de una vez he dicho
en este blog que la elección de las palabras importa, máxime
viniendo de compañeros de clase acojonados ante la posibilidad de
llamar a las cosas por su nombre.
Conste
que hablo de una minoría, porque el apoyo a la acción y a los
detenidos ha sido brutal, pero de sobra sabéis que intento contaros
lo que no os han contado ya. He visto en redes sociales y en
comentarios a noticias de diferentes medios esos paños calientes que
me han puesto enferma. No se si robar es el único verbo que
conocemos para hacer referencia a llevarse algo sin pagar, en cuyo
caso deberíamos hacer por ampliar un poco nuestros vocabulario.
Leyendo quizás, si no resulta demasiado atrevido.
Expropiar,
según la RAE, significa “privar de la titularidad de un bien o de
un derecho, dándole a cambio una indemnización. Se efectúa por
motivos de utilidad pública o interés social previstos en las
leyes”. Podríamos utilizar este vocablo antes de tachar de rateros
a quienes luchan de verdad por cambiar las cosas, y por el beneficio
de la mayoría, del pueblo. Nos hartamos de hablar en las redes
sociales, cubiertos por ese relativo y mas bien cutre manto de
anonimato que nos da nuestra foto de perfil, y a la hora de la verdad
dejamos salir nuestras concepciones más puramente burguesas, las que
ellos -los de “arriba”- nos han inculcado. Parece que somos
incapaces de terminar de dar ese paso adelante para empezar a
utilizar nuestras propias concepciones, las de la clase obrera y que
representen nuestros intereses de clase y no los de Perico el de los
Palotes.
El SAT no
ha robado nada, ha expropiado por el bien, sino de la mayoría, sí
de los que más están sufriendo esta maldita crisis. La gente a la
que se le ha negado el derecho a comer tres veces al día y de la que
apenas se hablaba en los medios de comunicación hasta que así la
liaron los compañeros sindicalistas. Yo les aplaudo. Porque han
demostrado que la conciencia puede ir mucho más allá de discursos y
bla bla blas -donde me incluyo- para poner el propio pellejo en el
asador en favor de los más necesitados, en favor de la justicia
social.
¿Indemnizar
a Mercadona o Carrefour por los productos expropiados? Permítanme
que me ría. Eso sería como si un renacuajo tuviera que indemnizar a
una ballena por la comida que de un bocado le hubiera podido quitar.
No responde a criterios de justicia y por lo tanto no es una
posibilidad que se deba ni contemplar. ¿Que les han quitado “cuatro”
botes de garbanzos? Pues ante esto yo recurro de nuevo a esa gran
oratoria de Andrea Fabra con su célebre y contundente cita: que se
jodan.
Los hay
tan simples que de verdad creerían que tanto hostigamiento ante la
clase trabajadora no iba a tener consecuencias. Quieren la paz de los
cementerios mientras nos descabezan sin miramientos, y cuando pasan
cosas como esta -más simbólicas que generalizadas- acusan con el
dedo y tachan de ladrones. Lo hacen los mismos que provocan la
miseria de un país entero, los mismos que siguen lamiéndole el culo
a un Rey con más de una posibilidad de estar implicado en
corruptelas, los que no cuestionan a Rodrigo Rato y nos quieren
convencer de que el dinero de Bankia se lo han comido los ratones,
los que defienden la presunción de inocencia de Urdangarín, los
diputados que cobran dietas de vivienda teniendo más de una en la
capital.
Esos nos
llaman ladrones, los fariseos de la nueva era. Y digo “nos”
porque llamar ladrón a cualquiera de los sindicalistas del SAT es
llamármelo a mí misma, a nosotros. A todos los que sentimos de
corazón que haya millones de personas en este país que no tengan un
plato de comida que poner a sus hijos. Por esta gente habría que
llevarse carros y carros. Y si no gusta esa posibilidad de hacerlo a
lo Robin Hood, tengo una idea mejor: nacionalicemos Mercadona y
eliminemos la posibilidad de especular con el derecho a la
alimentación, garanticemos que todo el mundo pueda llenar su nevera
por encima de cualquier interés empresarial, que dejen de tirar
comida a toneladas, en definitiva: creemos nuestra propia y nacional
cadena de distribución de alimentos. A ver si así se les quitan de
una vez las tonterías y se enteran de con quien están tratando: no
somos clientes, somos el pueblo que exige lo por derecho merece.
Que tengáis una bonita semana :)
Alba Sánchez
Una vez mas me descubro ante tal magnifica entrada, esta claro que el único que tiene derecho a expropiar es el gobierno, nos expropia de la sanidad, de la educación, incluso de la esperanza (y no es la Aguirre precisamente). Esta claro que cuando el pueblo decide subsistir y resistir a tal acto vandálico al cual nos tiene sometido el gobierno, este le tacha de delincuencia, de hurto y de no se cuantas cosas mas.
ResponderEliminarEn este ``pais´´ para robar te tienes que poner chaqueta y corbata y no un palestino y nada de llevarte comida para los necesitados u ocupar una casa desabitada, que entonces iras sin remedio a la cárcel, aquí hay que hacerlo a lo grande, millones de euros, dejar a familias sin un hogar, sin los ahorros de toda su vida, quitarlos la dignidad del trabajo, si haces esto ultimo, serás indemnizado con unos cuantos milloncejos por si lo que robases no fuese suficiente.
Salud y republica.
No lo podría haber explicado mejor!! 100% de acuerdo!1
ResponderEliminarHipócrita clase politica la que tenemos,porqué gobernar ya me direis.Decia que son unos hipócritas y lo mantengo,ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el suyo.
ResponderEliminarMe dan asco me repugna su actitud cuando son ellos los que se ponen privilegios y prebendas sin tener sólo un poquito de sentido de la justicia,y si no les llega que al menos se cayen por qué es mucho de lo que tienen para avergonzarse.
Yo me pregunto ¿de verdad esta gente duermen traquilos?