lunes, 11 de junio de 2012

OE, OEOE, OE

No tengo ni puñetera idea de como han quedado España e Italia en la Eurocopa, aunque lamentablemente sospecho que antes o después tendré que enterarme, por el momento es una información que me la trae al fresco, hablando en plata.

Y en efecto, no tengo ni la más mínima formación futbolística y prácticamente no distingo un penalti de saque de banda, ni me importa, y ahora menos que nunca.

Sobre lo que si tengo “cierta” formación es en lo referente al periodismo. Sé como se hace el teatro de las noticias porque para ello me he pasado cinco años en una facultad y en efecto y confirmando las sospechas más que acertadas de muchos, he de afirmar que no es ni mucho menos normal que una noticia de una relevancia tal como un rescate de 100.000 millones de euros a la banca española por parte de la Unión Europea sea dada en horario de audiencias mínimas, un sábado por la tarde mientras se juega un partido de la Santa Madre UEFA y a pocas horas de otro encuentro en el que el protagonista es el equipo español. Lástima me ha dado la información, pero las formas me han dado simplemente asco.

Nuestra soberanía nacional va a hipotecarse sin que nos demos ni cuenta a base de goles de esos héroes nacionales cuyas cuentas millonarias en paraísos fiscales a mí me revuelven las tripas. Y ante ésto, mirad, hoy no estoy nada optimista y mi mensaje no va a ser esperanzador por una sencilla razón:

Mientras sigamos llenando los bares en los partidos, los estadios, comprando banderitas y bañándonos en fuentes para celebrar el enriquecimiento de otros en etapas críticas para el país, mientras hagamos sigamos aceptando el circo del despiste y la alienación, no hay esperanza alguna. Y es así de simple, y de crudo.

Mientras sigamos pensando que los futbolistas son unos tíos geniales y además solidarios porque de vez en cuando se dejan ver con UNICEF en algún poblado lleno de niños desfavorecidos de países que ni nos sonaban, y mientras pensemos que meten las primas ganadas tras la victoria del mundial en cuentas sudafricanas porque “pasaban por allí” y no por evadir impuestos a la tan necesitada hacienda pública española, lo llevamos claro. Simplemente.

Mientras pensemos que “yo soy español, español, español” y nos desgañitemos en las gradas de estadios atestados defendiendo a nuestro equipo pero sin defender lo más mínimo los intereses de nuestro pueblo, estamos equivocando muy mucho y peligrosamente el concepto de patriotismo.

En cuanto a éstas dos noticias, aparentemente sin relación entre sí: rescate y eurocopa, solo hay dos verdades incuestionables. Una es que hemos sido rescatados, y la otra es que el impresentable de nuestro presidente estaba viendo el partido de la selección horas después de éste dramático acontecimiento al lado de los príncipes, alguno de ellos con bufanda y todo. Si no os hierve la sangre a éstas alturas del artículo, es porque no tenéis, y perdonadme si ofendo a alguien, pero francamente espero que todas hiervan como la mía o más.

Si llamo impresentable a Rajoy no es por insultarle -aunque de buena gana lo haría- sino porque lo es por definición: no se presenta, no comparece, no dice “ésta boca es mía”, pero si se va al fútbol. Curiosa manera de afrontar semejante temporal. Los hay sobrados y luego está él.

Seguimos aguantando que nos rescaten, que nos humillen, que nos dicten y nos pastoreen como a borregos. Seguimos yendo al fútbol y haciendo orgullo patrio de tonterías que nada tienen que ver con el bienestar de la mayoría. Seguimos tragando con que el Jefe del Estado se vaya de caza a Botswana, y el otro a la Eurocopa, y suma y sigue. Sinceramente, yo hoy me siento de todo menos esperanzada y no tengo ningún mensaje optimista, lo siento. No tengo ganas de luchar verbales de dos folios a las que os tengo acostumbrados. Solo me queda deciros que si queréis un consejo, paséis un poco del fútbol y cojáis algún libro... o el mango de la sartén de una vez por todas. Así puede que os rescatéis a vosotros mismos y a vuestra libertad, porque de dinero europeo no vais a ver ni medio céntimo. La copa de Europa quizás pero de verdad... ¿a alguien le importa eso todavía?




Pese a todo, bonita semana y mucho ánimo :)




Alba Sánchez

1 comentario:

  1. Señores la cosa es negra muy negra pero es verdad.Aunque mucho me temo que lo que importa es la eurocopa¡faltaba más! aunque sigamos con el paro sangrante y la miseria.
    ¡que pena de pais! por no decir asco.

    ResponderEliminar

Gracias por tu opinión