lunes, 28 de mayo de 2012

CON LA IGLESIA HEMOS “TOPAO”


Vaya por delante de éste artículo, y por la controversia tradicional del tema a tratar, mi profundo respeto por la fe íntima y personal de cada persona a nivel individual o colectivo, y por las manifestaciones públicas de las creencias en cuestión mientras se realicen desde el mismo prisma de respeto que los no creyentes debemos prodigar hacia ellas en virtud de la libertad de cada una de las partes.

Soy hija de creyentes (cristianos), nieta de creyentes. Y seguro que si trepamos un pelín más por las ramas de mi árbol genealógico salen creyentes a mansalva. Yo me he salido un poco de esa línea pero no he dejado de respetarla nunca, porque creo haber recibido una educación sobre la fe cristiana bastante positiva en el sentido de que la relación entre los creyentes y no de mi casa se basa en el diálogo y en el respeto, asumiendo que ninguna de las partes es mejor que la otra, y sabiendo ver las cosas positivas de cada una de ellas.

Ahora bien, si algo he aprendido de ésta relación con la fe cristiana y con gente muy cercana y muy querida por mí que la profesa, es que una cosa es la fe, y otra muy diferente la institución que la “gestiona”.

Igual que digo que cualquier cristiano de base, creyente de las enseñanzas de Jesús de Nazaret -que al margen de que fuera o no hijo de una divinidad, no dijo nada malo sino todo lo contrario- es para mí digno del mayor de los respetos, tengo que decir que la Iglesia como institución cada día me alucina más. No entiendo como, de un mensaje tan claro y tan limpio como el que dio su máximo insigne, que era un mensaje de bondad, de generosidad, de reparto, de austeridad, etcétera, han podido montar el negocio del siglo.

La última: no quieren pagar el IBI (impuesto sobre bienes inmuebles). Y es normal que no quieran teniendo en cuenta que tienen en España alrededor de 100.000 inmuebles, con lo que el impuesto en cuestión les saldría cuando menos sustancioso. Un dinero que por otra parte, iría a las arcas de un pueblo en crisis -o directamente a las de Bankia, que es otra posibilidad-, lo cual no le quitaría al hecho de pagar el impuesto esa dimensión de generosidad social de la que tanto se jactan y con la que justifican estar más que forrados. Mírenlo así señores de la Iglesia, igual no es tan malo aportar a la comunidad de la que forman parte como cualquier hijo de vecino.

Los recortes es otra cosa que no va con ellos, y digo ellos porque me refiero a las altas esferas de la institución, donde mujeres no hay muchas o ninguna de la que yo tenga constancia. En el año de máximo azote de la crisis, mientras los derechos sociales y el Estado de Bienestar no se recortaN sino que se mutilaN directamente, a la Iglesia se le ha recortado la increíble cantidad de: 0 euros. Toma geroma. Algunos hábitos llevan cinturón, algo habría que hacer para apretarlos como los nuestros. Pero aquí nunca se hace nada.

Los políticos llevan años ayudándoles a hacer el agosto, y el que diga lo contrario, miente. Incluso con Rodríguez Zapatero, que no se por qué ha pasado a la historia como el presidente más “anticlerical” de la historia de España, hicieron su negocio más redondo en democracia a la española, incrementando al 0,7 su partida del IRPF en 2005, y olvidando entre otras cosas la Ley de Libertad Religiosa que en campaña era una prioridad y una vez aposentados en el gobierno si te he defendido, no me acuerdo.

Se que muchos me van a decir que bueno, que no pasa nada porque la Iglesia está forrada porque hacen una función de ayuda social importante. No seré yo quien diga que no, pero si la que pregunte por qué las ONG no compiten en igualdad de condiciones, haciendo como hacen también una labor social.
Por supuesto no es mi intención desprestigiar a los misioneros, voluntarios y religiosos de base, con un sueldo razonable de 600 euros, que por supuesto ayudan y si lo hacen en nombre de su fe, pues amén, y nunca mejor dicho. Pero que no nos intenten vender que ésto es todo el esqueleto de instituciones de acción social que hay porque no es cierto ni de lejos. Las instituciones laicas pagan impuestos por sus locales, las partidas para cooperación al desarrollo se han reducido y en algunas comunidades directamente erradicado -bravo, Cospedal- y aún así, muchas siguen funcionando contra viento y marea, con cuatro duros. Si eso no es amor al prójimo, que venga dios y lo vea.

Me da la sensación de estar siendo espectadora de una gran campaña de marketing desde la política que versa sobre poner a la Iglesia como la ONG definitiva. Nadie quiere tocarle un pelo porque resulta que ayudan mucho, y por eso pueden arrasar financieramente como si su bondad no fuese de éste mundo, ni sus responsabilidades comunitarias tampoco. Válgame dios.

Jesús de Nazaret fue un personaje histórico revolucionario sin duda, pero a la altura de los más grandes. No es el responsable del circo que se ha montado con su nombre y su historia, como tampoco el Ché es responsable de que vendan en Stradivarius camisetas con su cara. Y el mensaje de uno y de otro tampoco es tan diferente, si lo miramos en general. Obviamente las particularidades histórico-territoriales son insalvables, pero el mensaje de igualdad, de justicia y de solidaridad es atemporal, porque son las premisas de una vida digna para todos. “Amar al prójimo como a ti mismo”, es una de las premisas más hermosas y nobles que nadie ha formulado, a la par de complicada en los tiempos que corren, ¿por qué desprestigiar tal mensaje rodeándolo de evasiones fiscales y doble moral? ¿No fue Jesús quién echó a los mercaderes del templo?.

Francisco de Asís fue un hombre que era muy rico, y que cuando entendió de verdad el mensaje de Jesús de Nazaret dio a los pobres todo lo que tenía, y con un hábito atado con cuerdas se dio a la vida espiritual y a transmitir esas enseñanzas. A día de hoy, los franciscanos son una de las pocas órdenes que ejecutan el voto de pobreza que todas tienen. Y el Vaticano sigue siendo el Estado independiente más rico del mundo. Paradojas por doquier en téminos de riqueza.

No podemos ser parte de la comunidad para unas cosas y para otras no. Somos para llevarnos dinero público, pero no lo somos para pagar impuestos. Somos para participar partidistamente en debates de Estado, pero no lo somos para respetar las ideas de otros conciudadanos a las que nos enfrentamos tajantemente sin tener -en teoría- voz política. Somos y no somos según nos convenga. Esa en la Iglesia Católica en sus altas esferas. A dios rogando y con el mazo dando.

¿Se pueden hacer las cosas de otra manera?, por supuesto. Iglesia y Estado no son parte de un mismo ente y su separación tiene que ser absoluta. España es un Estado definido en su Ley Máxima como aconfesional, pero la realidad es que la Iglesia Católica se lleva el gato al agua por todas partes. Será o no la religión mayoritaria pero no debería tenerlo tan seguro y repetirlo tanto teniendo en cuenta que solo el 30% de los contribuyentes marcan su casilla de financiación en la declaración de la renta -y eso no es más representativo que los votos electorales porque hacienda somos todos como ya sabéis-. La realidad es que hay más confesiones, todas ellas respetables a pesar de su mayor o menos representatividad, lo que no hay es justicia y equidad para todas.

El respeto absoluto de los ciudadanos a las religiones debe venir de la mano de su transparencia financiera y de su autofinanciación. Que ellas mismas demuestren que son sostenibles por el propio peso del apoyo de sus creyentes, y nadie pondrá ningún problema al culto o a la manifestación de su creencia. España no es anticlerical, aunque fuera laica en términos generales, lo que le pasa a España es que está cansada de que entre unos y otros se repartan el pastel que le corresponde a su Estado de Bienestar mientras los servicios públicos -perdónenme si los considero mucho más importantes que toda la obra de Cáritas- se quedan en bragas. Si vamos a hacer los deberes, vamos a hacerlos bien, y vamos a hacerlos todos. 


Bonita semana a todos :)


Alba Sánchez

7 comentarios:

  1. Alba,estas q te sales. No cambiaba ni una coma de lo aqui expuesto. A esta multinacional de la fe (q empezaron con 1 pesebre),solo se les puede decir lo q Jesus mismamente les llamaria: FARISEOS. Saludos.

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  2. Gracias José, es un tema controvertido y arriesgado pero sin duda hay que sacarlo a la palestra si de verdad queremos cambiar las cosas y avanzar. Me alegro de que lo compartas y cuando no sea así, no dudes en criticar cualquiera de mis artículos, que para eso estamos.
    Muchas gracias por tu aportación -con la que estoy totalmente deacuerdo- y un saludo :)

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  3. Muy bien Alba, quizas un poco de puntillas y lo entiendo porque el tema es delicado, pero muy bien tocado, y como decia Mario Moreno "Cantiflas", lo que les pasa a los que estan "aprovechadose" de Jesus, es que "confunden" algunas frases de Jesus, por ejemplo la que tu has citado de "Amar al prójimo como a ti mismo”, y ellos entendieron "Armar al prójimo como a uno mismo" y de ahí vino el negocio de las armas, que seguro que la mayoria de los traficantes son catolicos, apostolicos, etc.etc. y bendecidos por las altas esferas de Roma.
    Sigue así y no te cortes que es un buen tema, saludos

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  4. Gracias José Ramón, como bien dices he pasado delicadamente por él ni más ni menos porque en este campo es muy fácil herir sensibilidades -y se ve que alguna he herido!!- y nada más lejos de mi intención pero desde luego estas cosas, hay que decirlas o no saldremos nunca adelante. Por otra parte se puede sacar tanta punta e hilar tan fino, que podría escribiros un testamento pero bueno, vamos poquito a poco, hoy el IBI, y mañana las nuevas sorpresas que nos quieran dar, que seguro que tenemos. Gracias por tu apoyo y por asomar un nuevo e interesante tema que queda anotado para futuros artículos. Un abrazo.

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  5. Ummmmmmmmmmm, que articulo más interesante, me gusta desde el principio al fin.

    Lo primero, he de decirte que estoy de acuerdo con todo lo escrito, de que la Iglesia pague el IBI de todos los inmuebles que no se destinen al huso religioso, todos somos Iglesia, pues a arrimar el hombro, que ya lo dijeron, ayuda y no mires a quien.

    Lo segundo, la Iglesia la forman personas y la dirigen personas y como personas tienen un diablillo que les dice: - pilla la pasta, pilla la pasta.
    Claro, son tentados y caen, la carne es débil y mas cuando estas rodeado de opulencias, obras de arte por doquier, viajes con todo pagado, vamos un lujo.

    Lo tercero y último, lo de caritas, Rouco, Rouco, Rouco de mi vida y de mi corazón, que cabeza la tuya madre, aun no se ha enterado que la Iglesia sólo aporta a Caritas un 5% de lo que gestiona esta entidad?. La mayor parte, el 95% de lo que va a Caritas va de gente de a pie, empresas y el estado, así que no valla de listillo y diciendo que si pagan el IBI recortaran lo que dan a caritas, me río.

    Por lo demás, magnifica entrada y siento no haber escrito antes.

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  6. Jorge, perfecta tu apotación porque precisamente estuve buscando el dato exacto de lo que destinan a cáritas dentro de las partidas que reciben y no lo encontré fiable ni exacto ya sabes que aquí cada uno cuenta la película a su manera pero no se porqué me daba a mi que no era mucho. Gracias por arrojar un poco más de luz con ese dato y con la dirección que toma luego ese dinero. En definitiva, muy interesante lo que nos cuentas.
    Yo incluiría los edificios de uso religioso porque al fin y al cabo, un inmueble es un inmueble. "Dad al César lo que es del César, y a dios lo que es de dios"... ¿no?
    Muchas gracias por tu interesantísima aportación

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  7. Al final del árticulo hay una frase que sobraria si hicieramos todos y la iglesia por supuesto también.Si hubiera justicia y amor al projimo aunque sólo fuera un poquito,no esistiria cáritas.Algo tan sencillo como eso.
    PAZ Y BIEN.decia francisco.

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