martes, 10 de abril de 2012

Siempre Tricolor

El próximo sábado 14 de abril se celebra y conmemora en muchas ciudades de España, y sobretodo en muchos corazones, la proclama de la Segunda República Española.

Muchos nos consideran unos románticos un tanto anacrónicos y soñadores a quienes a día de hoy seguimos -año tras año- saliendo a las calles a honrar al mejor sistema de gobierno que ha conocido España, así como a reivindicar una tercera oportunidad de ser los dueños de nuestra política y de nuestro destino.

Mas no es solo una cuestión de manifestarse un día al año. La República es un sentir, una forma de ver y enfocar el mundo y concretamente la realidad de España. Es una manera de entender lo que es la Justicia Universal, y la Soberanía del Pueblo. El ser republicano es, en definitiva, una forma de vivir acorde a una conciencia de clase profundamente asumida y de la que se enorgullece el individuo en cuestión, ya que hablamos de una República Popular y Federativa, que de respuesta a las necesidades sociales y territoriales en un mismo marco de igualdad.

Tampoco cuando hablamos de República nos referimos sólo a quitar al Rey, no. Como primer paso, mandar a los Borbones a freír espárragos -o lo que quieran freír- no está nada mal, pero el sistema republicano va mucho más allá de eso. La República ha demostrado -y el que tenga ojos que vea- que se preocupaba del Pueblo que la amparó en las elecciones locales del 14 de abril de 1931. Lo demostró en forma de Misiones Pedagógicas que llevaban la cultura a los rincones más deprimidos y olvidados, lo demostró con la Reforma Agraria que pretendía poner la tierra en mano de quienes la trabajaban, lo demostró recortando en milicias innecesarias, dándole el voto a la mujer, intentando separar Iglesia y Estado de una vez por todas... demostró con creces de qué lado estaba: del nuestro, del de los “trabajadores de toda clase” que según en el primer artículo de la Constitución de 1931 formaban el conjunto de España.

Para que no me llamen romántica me lo traeré al presente, a ver si por fin somos capaces de ver lo que necesitamos. Mariano Rajoy ha presentado unos presupuestos para el año 2012 donde las partidas más afectadas por los recortes han sido: Educación (21,9% menos) Cultura (15,1%), Sanidad (6,8%) y Medio Ambiente (31,2%). Una vez se nos quita la cara de panoli que se nos ha quedado al leer tales cifras, es cuando nos preguntamos porqué no recortan de ejército, Borbones, privilegios políticos o Cámaras inútiles por poner solo algunos ejemplos. Porque no se a vosotros pero a mí mi educación pública me gusta, así como mis hospitales o la promoción cultural -increíblemente subestimada, y así nos va- o la ayuda al desarrollo. Pero no, la tijera de la monarquía no va hacia donde dicen los ciudadanos, simplemente porque los ciudadanos de la monarquía no tienen voz una vez pasadas las elecciones. Si la tuvieran, quizás no tendrían los gobernantes la poca vergüenza de recortar solo un 2% al presupuesto de la Casa Real, o congelarse un desorbitado sueldo de 78.185 euros (Rajoy) mientras destrozan sin despeinarse el Estado de Bienestar.

Todo esto obviando otro aspecto no menos importante, y es que la naturaleza de esta monarquía encarnada en Juan Carlos I es ya de por sí ilegítima democráticamente hablando. Esto es un hecho que muchos revocarán con argumentos tan variados como cutres, pero lo único cierto y comprobable es que el último régimen político que los españoles votaron en las urnas y de una forma absolutamente libre y democrática fue la Segunda República Española. A este rey, al campechano, nos lo comimos con patatas a través de una Carta Magna que supuso un severo paso atrás en la modernización que quería para España la Constitución Republicana. Eso sin olvidar, que el rey Juan Carlos I nunca juró la Constitución que le colocó como con calzador, y no lo hizo para evitar el perjurio, puesto que como heredero designado por el dictador Francisco Franco había jurado las Leyes Fundamentales del Movimiento Nacional. El mismo Movimiento Nacional que se rebeló contra un gobierno legítimo, provocando el más cruento baño de sangre que haya conocido España en toda su historia. A esos, les juró lealtad el Rey, a los verdugos de la Libertad.


La República no eran solo buenas intenciones, era una decisión de cambio tan arrolladora que incluso a las grandes Democracias europeas les aterró la idea de una izquierda tan obvia, de una apuesta tan clara por los derechos del trabajador. Por ello nos abandonaron en la Guerra Civil, los mismos a los que ahora hemos de rendir cuentas, Francia o Inglaterra, sin ir más lejos, no tuvieron ni la más mínima voluntad de apoyo a un gobierno Democráticamente electo, y dejaron a los republicanos sucumbir ante un Franco ayudado por fascistas, les dejaron que nos aniquilaran, permitieron un genocidio que no por no ser reconocido es menos doloroso para sus víctimas. Y parece que todavía creemos que les debemos algo cuando Rajoy marcha de cumbre en cumbre contando todo lo que va a recortarnos para cumplir las metas que ellos marcan, para seguir en su juego capitalista. Pero la cuestión es, ¿eso es lo que queremos los españoles? ¿quién nos ha preguntado si nos interesa cumplir las cifras que nos imponen a costa de nuestros derechos más básicos? Nadie, porque a nosotros ya nadie nos pregunta, pero no se cortan a la hora de arrollar con todo lo nuestro.

Por todos estos motivos, que podría extender muchísimo más, yo sigo diciendo que frente a la crisis, República. Frente a la tiranía de los Mercados, República. En favor del trabajador y sus intereses, República. La Tercera empieza a resonar en este contexto político-social cada vez más complejo con más fuerza de lo habitual. La gente empieza a despertar y a interesarse por las alternativas a tanta miseria, a tanta pérdida de derechos, a tanta humillación desde las clases dominantes. La República Popular y Federativa es, desde mi punto de vista, una opción más que válida para dar respuesta a los conflictos que ahogan a las clases populares a día de hoy.

El Republicano quiere lo mejor para su Pueblo, con mayúsculas. Creemos en el bien común, y creemos que otro mundo es posible mediante el reparto de riquezas y justicia, creemos en un sistema donde hay sitio para todos los que quieran vivir libres y sin oprimir a nadie, creemos en la solidaridad entre los pueblos, y en la Democracia participativa. Esto es ser republicano, esto es creer en la Republica, esto es la Bandera Tricolor. En un entorno diferente y muchos años después, éste sistema y estos valores siguen siendo tan vigentes como lo fueron en el 31, porque la vigencia de la República es la vigencia de la Libertad, la Solidaridad y de la Justicia, y nada hay a día de hoy que necesitemos más que eso.

Por nuestros valores republicanos, por los compañeros que entregaron y perdieron su vida en la causa republicana, por todos los represaliados por creer que el mundo puede cambiar, por los que trabajan día a día para hacer llegar la Tercera con toda su energía y entusiasmo, y por las futuras generaciones que merecen crecer libres y al amparo de un sistema que garantice su felicidad


¡VIVA LA REPÚBLICA!






Y una bonita semana republicana a todos :)



Alba Sánchez

4 comentarios:

  1. La republica es un sistema político participativo, donde el pueblo tiene la primera y la ultima palabra, pues el sistema que ahora tenemos es totalmente injusto, los politicuchos que tenemos son de lo malo, lo peor, recortan de lo necesario y de lo superfluo, monarquía, prácticamente lo deja igual, ellos con sus súper sueldos los importa una mierda que los recortes vallan al pueblo, normal, somos mas y aprentandonos todos saldremos, pues me toca los huevos, que se pongan el sueldo base, total ellos están súper contentos por ayudar a su país, desde el gobierno trabajan con ilusión por el bienestar del pueblo, pues no se nota nada.
    La monarquía, resquicio de Paquito, que no precisamente era el chocolatero, personalmente la quitaría, pero claro, no me puedo olvidar de la gente que le gusta la monarquía, que se sienten identificados con ellos pues muy bien, pero que esa gente que quiera monarquía pongan una crucecita en la declaración dando el tanto por ciento que ellos crean para mantenerla.
    Una vez mas una entrada mangínica.

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  2. Por cierto, que la monarquía abandone las armas y se disuelva de una vez.
    No a los niños soldados que están instruyendo la monarquía.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con Jorge,creo que deberian hacer como co n la iglesia¡otra que tal baila!los que quieran mantenerla que lo pongan en su declaración de la renta y los demás a contribuir a un reparto justo y equitativo para que a todos llege lo que se nos dice que en eso consiste colaborar con el fisco.
    ¿que hacemos con tantos parásitos que viven de nosotros,a los que sólo les queda que chupar nuestra sangre.

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  4. Estoy totalmente de acuerdo con Jorge.Los que quieren monáquia que la pagen ellos,en su declaración de la renta,lo mismo que pasa con la Iglesia ¡otra que tal baila!.
    Los demás luchar para que los impuestos que pagamos sirvan para el bién de todos,que eso es lo que nos dicen qué es para lo que sirve colaborar con el fisco.Pero tenemos un problema ¿qué hacemos con tanto párasito y todos los que viven de nuestro trabajo,¿que por cierto también nos lo quitan

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