lunes, 26 de marzo de 2012

Mujer y libre

NOTA: Escribí el artículo que leeréis a continuación el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Desde entonces y por problemas técnicos no he podido publicar, así que aquí os lo dejo, aunque sea con cierto desfase temporal que espero que perdonéis, porque no me gustaría que su mensaje muriese entre mis documentos. Si entendemos que todos los días son el día de todos los luchadores y luchadoras, a los que siempre hay que llevar en el corazón como el mejor de los ejemplos, entonces entenderemos que mi artículo sigue vigente ;)

Que lo disfrutéis...




Yo, como casi todo el mundo, soy hija de una mujer -entiéndase la sorna-. En días como hoy toca hacer repaso, por tratarse de un día de reivindicaciones -como ya sabéis, mi deporte favorito- y me pongo a pensar en la figura de la mujer en la sociedad. En las sociedades, mejor dicho.

En mi caso y porque tengo la suerte de que mi madre sea una mujer maravillosa, la primera que me viene a la mente al hablar de la figura de la mujer como pieza fundamental del motor de la sociedad es ella. Una mujer que empezó a trabajar con dieciocho años y no ha parado hasta el día de hoy. No solo eso, sino que ha sacado adelante dos hijos (uno de ellos soy yo, quien me conoce sabe que eso es un plus de trabajo importante), se ha titulado dos veces siendo ya madre y sin tirar nunca la toalla aunque a veces nada le apeteciera más, cuida de su madre anciana día tras día hace años, mantiene la casa como los chorros del oro, y todavía le queda tiempo para irse todos los días un ratito de charleta con las amigas. Todo con una sonrisa, con infinita paciencia, con humor y por cierto, compartiendo las tareas con su marido, que también es importante reconocerlo.

Como ella hay otras miles de millones de mujeres en todo el mundo. Y en circunstancias peores también las hay, no lo olvidemos. Ella para mí siempre ha sido un ejemplo de avanzar. Sin darme grandes charlas de feminismo me ha dado el mejor ejemplo, también en lo que se refiere a la convivencia entre el hombre y la mujer en igualdad y comprensión. Casi todo lo que sé sobre ser una mujer completa y autónoma lo he aprendido de ella, una lección que para mí no tiene precio.

La mujer puede y debe ser un pilar básico del desarrollo social siempre y cuando se entienda en igualdad y libertad con el hombre. De hecho personalmente creo que el grado de avance de una sociedad puede apreciarse perfectamente por el trato que se da a sus mujeres. De una sociedad de mujeres libres nacerán personas cada vez más libres, y conste que ésta afirmación no quiere significar que el hombre no tenga nada que ver, porque tiene y mucho, pero en éste caso prevalece cierta discriminación positiva porque no es el hombre el que ha aguantado a través de la historia tanta opresión, tanto juicio, tanta moralina absurda, o tanta autoculpa como ha recaído en la mujer.



La mujer tiene todavía innumerables luchas pendientes, y que van desde los derechos laborales -sueldo equiparable al varón o compaginar trabajo y maternidad, por ejemplo- o familiares -como el derecho a poder planificar libremente su maternidad- en el caso de occidente; hasta derechos tan fundamentales como a la integridad física cuando nos referimos por ejemplo, a países donde se siguen llevando a cabo prácticas tan horripilantes como la ablación, o la pena de muerte por adulterio o incluso penas por ser violada. Reivindicaciones, para la mujer, las hay de todos los colores y formas, pero también tenemos fuerzas de sobra para luchar por nosotras y por las que no pueden por sus circunstancias. Nada está perdido, y tenemos un mundo entero de libertad por conquistar, así que hay que ir a por ello con fuerza y garra.

Hay un zopenco -por usar una palabra suave- por ahí suelto en facebook creando una y otra vez una página que hace apología verbal y gráfica a la violencia de género que por supuesto no voy a enlazar ni dar el título, no os perdéis nada interesante lo que aún no la habéis visto. El tío por lo visto odia a las mujeres, ya ves tú, desde luego hay gente para todo. Lo curioso es que cada vez que abre una página de esas recibe un aluvión de insultos y críticas de lo más variopintos, que es lo interesante de la cuestión. Y muchas de éstas respuestas son de hombres. Igual me decís que no alucine, que facebook es facebook y que hablamos de la vida real, pero yo cada vez estoy más convencida de que la ciberealidad refleja la vida de alguna manera, aunque a pequeña escala: en éste caso, como dice un muy buen amigo mío, “hay días tontos, y tontos todos los días”, pero la respuesta al tonto de turno en este caso es tan contundente y tan significativa que me hace recobrar un poco la esperanza de que la gente ha cambiado la tradicional pasividad por una actitud de lucha y entereza, que somos capaces de enfrentar los problemas y de dar respuesta al que todavía -en su jurásico razonamiento- trata de convencer de que la mujer en inferior por mil y un motivos que no se cree ni él.

La actitud de la propia mujer, pues también es importante, oiga. Todavía quedan las que han sido educadas en la sumisión, las que incluso se creen modernas pero no salen sin sus novios porque son celosos -y ésto les parece estupendo porque significa que las quieren muy mucho (ejem)-, las que utilizan el sexo como moneda de cambio entrando en el juego que el machismo trata de imponer para nosotras, o las que dejan a su pareja en la calle ante un divorcio sin despeinarse -y asumiendo de antemano que hay divorcios y divorcios, no pretendo atacar a ninguna compañera, entiéndase-. El derecho a reivindicar tus derechos siempre tiene que venir de una actitud comprometida y coherente, así que también tenemos que trabajar la autocrítica en muchos casos -aunque afortunadamente cada vez sean menos- para ser merecedoras totales de todo lo que exigimos. Si queremos igualdad, que así sea. Con todo lo que ello implica, y sin esas pequeñas “ventajas” que son más una cutre recompensa del sistema patriarcal para tenernos contentas y tranquilas que ventajas en sí.


Todas las personas que queremos ser libres estamos juntas en ésto: hombres y mujeres. Los hombres que aprecian a las mujeres que les rodean, y son capaces de ver lo maravillosas y capaces que son sus hermanas, madres, amigas, parejas, esposas, hijas, también tienen mucho que decir en la lucha por nuestros derechos. Una sociedad donde todos convivamos en la igualdad y el respeto y porque no, en el amor, en la amistad, en el trato entre los iguales que somos, debe dejar poco a poco de ser una utopía. Si todos luchamos en la misma dirección ¿quién más va a atreverse a hacer a menos a una mujer cada vez más fuerte y libre? Hagamos la prueba y luchemos, tenemos sin duda todo que ganar.



Este artículo está dedicado de una manera especial a Rosa María Serradilla, mi madre.




FELIZ DÍA DE LA MUJER





Alba Sánchez

1 comentario:

  1. Estupendo el árticulo,yo como hombre lo comparto y lo admiro.
    Creo que esta sin razon tendra su derrota cuando la razón y el sentido comun se imponga y todos nos demos cuenta que todos somos seres humanos e iguales y...a lo mejor hay que sacar a alguno ó algunos porqué no lo son mire usted.Desde aquí mi admiración y mi respeto a todas las mujeres del mundo.

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