domingo, 20 de noviembre de 2011

MIEDO, ¿DE QUÉ?

No os olvidéis de quienes sois, ni por un momento.
No dejéis que el miedo os paralice cuando más falta hacéis.
No dejéis que mueran los sueños, cuando más necesarios son.
No ahora.
Ahora es tiempo de lucha. 

 Hay que animarse, compañeros... ;)



Es un hecho. El Partido Popular ha arrasado en las elecciones con una victoria nunca vista en su historia como partido. Ahora España es popular -la verdad es que no se ni como se atreven a usar esa palabra- y azul. Y yo me retuerzo de dolor tanto como tantos otros compañeros, pero veo pequeñas luces al final del túnel, luces que nadie sino nosotros mismos puede mantener encendidas.

Por lo que he observado en los escrutinios, la participación no ha sido gran cosa -en nuestra línea- pero si he visto que había muchos votos repartidos entre grupos minoritarios. Me ha encantado ver eso, porque precisamente ahí está la esperanza.

Hay muchos grupos que, recién nacidos como quien dice, han obtenido un buen número de votos, como por ejemplo EQUO, con doscientos catorce mil veintitrés votos (me quito el sombrero) pero sin escaño, mientras que partidos de otra índole como Geroa Bai ha sacado un escaño con cuarenta y dos mil trescientos setenta y dos votos... a mi que me lo expliquen, que debo ser muy idiota. Pero la sensación de pucherazo que esta basura de Ley electoral deja en toda la gente cuerda no podría por menos que ser mencionada.

También Izquierda Unida habrá alucinado: once escaños. Once diputados que cargan ahora con mucha responsabilidad, desde mi punto de vista. Porque tienen que demostrar que no son quienes sus votantes no quieren que sean. Y me remito a lo ocurrido en Extremadura en las últimas elecciones locales cuando se abstuvieron de coalicionar con el PSOE al que el pueblo había retirado drásticamente su confianza. Si Cayo Lara entiende las razones del patético descalabro socialista, supongo que no se le pasará por la cabeza pactar con aquel de cuya decepción se ha visto beneficiado en términos electorales, pero sobre todo espero que responda a los intereses de su programa y de sus votantes, a los que yo si considero de izquierdas, y oiga todo lo que de Julio Anguita pueda provenir, para mi un político al que ninguno hace sombra en este país. En este aspecto, yo doy mi voto de confianza a estos once diputados que dicen ser republicanos y rebeldes, y espero a ver que hacen con la esperanza de que sea bueno y demuestren que representan a los trabajadores como nadie hasta ahora ha sabido demostrarlo en ese hemiciclo -salvo honrosas excepciones como Labordeta o Anguita-.

En definitiva, en cuando a los resultados, si olvidamos (se que es difícil, haced un esfuerzo) la aplastante victoria popular, se observa que los grupos minoritarios han ganado bastante peso, ganando grupos con representación parlamentaria muchos más diputados, como en el mencionado caso de Izquierda Unida, o simplemente consiguiendo números significativos de votos. En 2008 en grupo minoritario que más votos obtuvo sin obtener escaño contó con cincuenta mil trescientos setenta y uno. Este año hay grupos minoritarios que, sin representación, tienen cien, doscientos mil votos, noventa mil, setenta mil... algo más repartido si que está ¿no? Y eso está bien, eso habla de un cambio. Observad los cambios, no os centréis en las adversidades, y sabréis de donde hay que tirar para sacar algo en claro.

Problemas ha habido, obviamente. No he podido dejar de avergonzarme cuando me he enterado de que no se ha podido formar parte de una mesa electoral por llevar camiseta verde en contra de los recortes en materia de educación en la Comunidad de Madrid. Casi siempre que me avergüenzo últimamente, Esperanza Aguirre está de por medio, no se por qué será. Ella se ha encargado de montar su circo propio y particular para estas elecciones como solo ella sabe hacer: prohibiendo. Luego se llenarán la boca enarbolando la democracia y demás, pero no pueden evitar ser lo que son: unos fascistas y unos déspotas, que al ver que no convencen a nadie solo se les ocurre prohibir. Animales. Eso si, bien que se ha apresurado la tipa a instar al Tribunal Supremo de Justicia de Madrid a que legalizara la marcha que los fachoides románticos de todos los años tenían programada ayer para venerar a los dictadores más cruentos que ha tenido España: José Antonio y Franco. Dadas las fechas y puesto que era jornada de reflexión, se había prohibido dicha marcha por la Junta Electoral, pero Espe se dio su buena prisa en conseguir que sus amiguitos pudieran salir a pasear y a homenajear a un par de asesinos. Bien hecho, que se note de que palo vas, así nos quitas las pocas dudas que podían quedarnos.

Y es que, si algo bueno tiene el Partido Popular, es que no se esconden tras puños y rosas para hacerle la cama al gran capital. Se les ve a la legua sus intenciones de coqueteo con todo lo que huele a dinero y privilegios, asi como sus medios para conseguir saciar su codicia basados en la prohibición y la represalia. No hay lugar a equívocos. Ahora somos como pececillos de acuario nadando en un estanque de tiburones. Antes también lo éramos, pero esos tiburones intentaban -patéticamente- disimularlo bajo un nombre o una estética.

Por lo tanto, ahora que nuestro enemigo está perfectamente identificado y no se esconde, no hemos de hacerlo nosotros tampoco. ¿Qué va a pasar ahora? ¿recortes? ¿represión? ¿privatización? ¿despotismo? Muy probablemente, si nosotros dejamos a Mariano y compañía hacer de las suyas, esta sea la única y penosa realidad que conozcamos los trabajadores españoles durante al menos cuatro años. Pero no lo vamos a hacer, o eso me gustaría pensar, que no vamos a permitirle gobernar cual tirano, porque si el tiene ciento ochenta y seis diputados sentados en un salón, nosotros tenemos millones de compañeros que, como nosotros, están hasta los innombrables de tanto abuso. El pueblo sigue teniendo su fuerza en las calles, no lo olvidemos, ahora mas que nunca.

El movimiento 15 M abrió una brecha importante en la que tenemos que arrojar todos los miedos, pesares, decepciones y demás lastres que nos impidan mostrarnos como lo que somos: obreros en lucha por sus derechos, por su futuro y por su dignidad. Ahora no es tiempo de echarse atrás, sino todo lo contrario, hay que resurgir con más fuerza que nunca. Crecerse ante la adversidad es revolucionario, es demostrar que por su culpa ya no tenemos nada que perder, ni si quiera miedo. Si alguien tiene que tener miedo tras estas elecciones es aquel que ose exponer a destrucción o recorte cualquier derecho que pertenezca al trabajador, así tenemos que hacerlo ver.

Que no toquen nuestros hospitales, nuestras escuelas, que no privaticen, que no roben, que no engañen... Lo harán si les dejamos, pero no tenemos por qué hacerlo. Las elecciones y el voto son una herramienta de la democracia y del pueblo para participar en política, pero no la única ni la más importante. La movilización, las asambleas, las protestas masivas, la formación de frentes populares, las tomas de calles o edificios, son otras herramientas igualmente válidas y más necesarias ahora que nunca. Aunque quieran cubrirlas con el velo de la ilegalidad a la primera de cambio... ¿quién va a decirle a un pueblo soberano lo que es legal y no? ¿ciento ochenta personas? No lo creo.

La defensa de lo nuestro, cueste lo que cueste, es la única salida. Queremos un sistema distinto, no un gobierno distinto. Queremos un cambio en las bases que rigen nuestras vidas, queremos nuestra soberanía popular de vuelta, y vamos a por ello sin miedo alguno, como lo hicieron antes tantos otros que tantas otras cosas importantes consiguieron, como nos enseñaron los que entregaron su vida por tantas conquistas que ahora peligran. Que nos teman ellos, les daremos motivos.


Una canción que a mí siempre me anima a seguir adelante en esto de intentar mejorar el mundo, espero que os ayude a vosotros también, y os de fuerzas...






Que tengais la más bonita de las semanas, nos vemos en la lucha, y recordar que tiene que llover a cántaros... :)


Alba Sánchez

3 comentarios:

  1. Poco que añadir, tomaremos las calles una y otra vez y seguiremos haciéndolo hasta que esto cambie por completo.
    La ley electoral me sigue sorprendiendo una vez mas, esta mas claro la España de primera, la de segunda y la de tercera, no entiendo el por que un voto de un vasco o de un catalán (sin animo de ofender a vascos y catalanes) tenga que valer mas que el de un extremeño o el de un andaluz.
    Una persona un voto, con un solo valor.
    Gracias Alba por darme fuerzas ante la adversidad.

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  2. Gracias de nuevo por molestarte siempre en contestar, Jorge.
    En efecto, la ley electoral es un clamor en las calles, incluso dentro del mismo Parlamento (obviamente no es criticada por quienes se favorecen de ella)... no se qué necesitan para hacer caso a las exigencias de los votantes, pero desde luego, si no lo ven, es que son más negados de lo que parecen... en fin. Desesperantes.
    Me alegro de haber ayudado a despertar toda la fuerza que se habia quedado paralizada ante tan pésima noticia como es la victoria popular... es normal que ante algo así no sepamos por donde tirar, pero hay caminos, y estamos todos juntos en ellos :)

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  3. Todavia no entiendo como los partidos "minoritarios"no se plantan ante la injusticia de la famosa ley dhon o como se escriba.Es una tomadura de pelo y todo el tinglado es mentira;la JUSTIA POR CASA.Veo que este pais sigue dormido,claro que le aplican unos somniferos estupendos ó al menos a ellos les vale:el futbol y la llamada prensa del corazón...que pena
    Por lo demás Albaotro árticulo estupendo y sobre todo que es la verdad y el que se pica ajos come.

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