lunes, 28 de noviembre de 2011

La bientratada

El día 25 de noviembre se celebró el día homenaje a las mujeres víctimas de malos tratos. Una fecha sin duda escabrosa. Una fecha que no debería celebrarse, porque conmemora una lacra que no debería de existir pero en fin, así de podrido está el asunto.

Yo quería hacer mi particular homenaje a éstas mujeres que viven e intentan escapar de lo que debe ser el más absoluto de los infiernos, pero quería hacerlo sin ponerme dramática y pesimista, dando un apoyo que intente ser una luz al final del túnel, y creo que he encontrado el enfoque. O mejor dicho, me lo han mostrado. Perdonadme un tono quizás menos periodístico y riguroso de lo que sería apropiado, pero solo quería contar una historia real, de gente real, sin ahogarla en datos y estadísticas. A ver que os parece.

Conozco a una mujer que ha sido recientemente operada (afortunadamente de nada grave) y se encuentra en su casa llevando a cabo un descanso de dos meses para recuperar toda la actividad y la energía que a ella siempre le ha caracterizado. Esta mujer es, como tantas otras, el pilar de su familia, la gestora de todo lo importante, la asesora de todos, a quien acuden todas las dudas, problemas y lamentos de su hogar. Es la madre y esposa por excelencia, además de una mujer como la copa de un pino que saca tiempo para tener su casa como una patena, atender a su propia madre que ya va mayor, tener la comida a su hora, ir al trabajo, e incluso cotillear un rato con sus amigas diariamente. Con esto no quiero que nadie se cree una imagen de mujer entregada a su hogar a la antigua usanza, si no la de una mujer que tiene fuerza suficiente para tirar de tantos carros como ella quisiera: ya sean en casa, en sus aficiones personales (que tiene varias), en su matrimonio, en su maternidad, o en su entorno social. Hablamos de una mujer con mayúsculas, una de las muchas que hay, como en la que estáis pensando ahora mismo, como esa que conocéis. 

Esta mujer ha tenido que descansar un poco en el devenir frenético de sus innumerables asuntos para descansar después de ser operada. Pero no está sola. Le tiene a él.

Ella misma me dijo hace unos día que su marido estaba haciendo todo por ella, desviviéndose como el mejor enfermero, atendiendo a su madre, cocinando, limpiando, llevándole las bolsas de la compra... En definitiva, demostrándole todo el amor que la tiene y que han cultivado juntos en treinta años de matrimonio. Yo pensé, al oír esto, que bueno, que es lo normal, lo que cualquiera haría por alguien que quiere. Luego me acordé que era 25 de noviembre y claro, pensé que lamentablemente, existen mujeres que no conocieron esto o que no lo conocerán, pero que también podrían llegar a conocerlo.

Efectivamente el caso de la mujer de la que hablo es el más deseable y el que debería ser considerado normal. Por eso creo que no está de mas aprovechar la coyuntura para homenajear a los hombres que se comportan como hombres: que no pegan, que no insultan, que no matan, que no se creen superiores, que caminan junto a su pareja sin imponer nada, y con el máximo respeto y todo el amor del mundo. Esos hombres existen, todos los conocemos, y ellas, quienes son maltratadas, deberían conocerlos y saber que hay vida más allá del miserable que consume tus días entre golpes y vejaciones. Ellas deberían tener claro que pueden encontrar a quien las trate como merecen, o no encontrar necesariamente una pareja, pero que en todo caso siempre hay una alternativa a vivir siendo maltratada, y es ser feliz, a la manera que cada una desee: con una pareja o sin ella, pero rodeada de hombres respetuosos (ya sean padre, hermanos, amigos...) que sepan el valor de quien tienen al lado y que demuestren que no todos son así, que lo que estas mujeres que son maltratadas pueden llegar a creer normal, no lo es.

Lo normal de quien te dice que te quiere, es que te quiera, sin remilgos. Como este matrimonio del que hablo. Aún mucha gente le pregunta a esta mujer de la que hablo que “cómo se apaña” en casa ahora que ella está un poco impedida. Ella nunca ha tenido problemas con eso de apañarse, y tal asunto no le preocupaba cuando sabía que iba a ser operada, porque conoce al hombre que tiene al lado y sabe que siempre ha sido el mismo. Siempre ha estado con ella compartiendo tareas del hogar, atenciones a sus hijos, buenos momentos y malos tragos. Ahora ha tenido que relevarla al frente de muchas cosas y lo ha hecho sin que nadie se lo pidiera, y esto no es un mérito pero le honra, porque es lo que cualquier hombre, con mayúsculas, haría sin más por la mujer a la que quiere. 

Por ello he querido sacaros a relucir en este escrito: hombres válidos que estáis a la altura de las mujeres de bandera que tenéis a vuestro lado. Que hacéis entender que la igualdad está en el compañerismo, en el respeto, en el amor incluso (depende del grado de romanticismo que cada uno se gaste), y que mostráis a mujeres en peores situaciones que vuestras compañeras, que una realidad mejor es posible. Gracias por entender y apoyar la lucha contra el maltrato, por facilitarla con vuestra actitud, y sobre todo por hacerla vuestra. 


Por cierto y por si acaso, y porque nunca se sabe quién lee a una:

TELEFONO DE URGENCIA PARA DENUNCIA DE MALOS TRATOS: 900 100 009 (LLAMADA GRATUITA 24 HORAS)
TELEFONO ÚNICO DE EMERGENCIAS: 112
TELÉFONO GRATUÍTO DE INFORMACIÓN: 900 19 10 10


Y a nuestra compañera, la bientratada, desearle desde aquí la más pronta recuperación, al fin y al cabo es mi madre, qué le voy a desear sino lo mejor, lo que ella merece.

Bonita semana!!!


Alba Sánchez

5 comentarios:

  1. Me ha encantado!! El caso del que hablas debería ser lo común que hubiera en todos los hogares. Por una igualdad real y sin malos tratos!!!

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  2. Gracias Ruth!! Seguiremos en la brecha para que las cosas cambien, tenemos trabajo, pero sobretodo ganas y esperanza para repartir a quienes, como las mujeres maltratadas, puedan haberla perdido ;)

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  3. Todo lo que sea para denunciar esa lacra social bienvenido sea.Son muchas las boces que se oyeny creo que por parte de los politicos va siendo hora de cambiar algunas leyes,dejarse de milongas cojer al toro por los cuernos.Como hombre no me siento identificado con los que actuan así.Muy bien Alba.

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  4. Alba muchas gracias.Que DIOS te bendiga,al final de todo está EL.

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  5. MUY EMOTIVA LA HISTORIA, A MI ME OCURRIO LO MISMO HACE 7 MESES Y HAY QUE DECIR QUE HAY HOMBRES QUE VALEN MUCHISIMO UN SALUDO ALBA

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