lunes, 18 de julio de 2011

18 de julio: el siniestro aniversario

Hoy se cumplen años de nuevo de aquel trágico día. Era sábado. Podemos imaginar que un sol de justicia gobernaba el cielo español y nada hacía presagiar a las ciudadanos de a pie lo que estaba a punto de suceder. Cierto es que pudiera haber rumores, sospechas pero, ¿alguien podía creer que otros fueran capaces realmente de hacer lo que hicieron? Pues fueron capaces, y regalaron a la historia de España su capitulo más negro en la contemporaneidad: una guerra civil, una guerra entre hermanos, la barbarie más absoluta.

A la luz de los hechos, de los datos históricos, no ambos bandos deberían ser considerados iguales. Uno, simplemente provocó la guerra, y con sorna más tarde se hacían llamar “nacionales” cuando lo cierto es que se levantaron en armas contra su propia nación, contra un sistema elegido democráticamente en las urnas como fue la segunda República -el último de los sistemas que los españoles han podido realmente elegir con sus votos, recordemos-. Por esto y desde mi punto de vista, no podemos decir que ambos bandos hicieron lo mismo (o sea matar, hacer la guerra) o que la crueldad se repartió a partes iguales en las zonas dominadas por los dos. Decir esto sería faltar a absolutamente a la verdad (sintiéndolo mucho por quienes se autodenominan historiadores con curiosas praxis como es el caso de Pio Moa).

Y es que la guerra es la guerra, y hasta ahí todos de acuerdo. Pero ¿tiene el pueblo español que pagar los platos rotos de las élites que no querían lo que la República suponía y que ponía en juego sus intereses?, eran todos culpables de que un grupo reducido no quisiese un pueblo alfabetizado y culto, una tierra bien repartida, un Estado que velara por el derecho de autodeterminación de los pueblos que lo conforman, un ejército más operativo que elitista, un Estado separado de intereses religiosos de ningún tipo... pues en mi opinión no, no era el pueblo el culpable, eran ellos, los verdaderos interesados, las élites que recurrieron a Hitler, a Mussolinni, para masacrar a sus propios concuidadanos durante la guerra, y se las siguieron apañando para seguir haciéndolo después durante cuarenta años de dictadura. Ellos son los únicos y últimos culpables de lo que pasó entonces, de aquellas dos Españas que en ocasiones parecen seguir existiendo, de no haber sabido respetar la voluntad de un pueblo que quería y necesitaba progresar.

De uno de mis autores favoritos he adquirido la teoría de que España es un caso singular de un país donde siempre que el pueblo ha intentado levantar cabeza “los de siempre” lo han impedido (y estos están en todas las épocas históricas, solo cambian el nombre y puede que el estilo en el vestir). Siempre hemos sido más dados a estar oprimidos y callados que a enfrentarnos a nuestro opresor, aunque hay que añadir que cuando por fin lo hacemos tiemblan hasta los cimientos más profundos de nuestro sistema y los que nos rodean. Eso ha pasado no hace mucho, con la famosa spanish revolution, y algo no muy diferente paso el 14 de abril de 1931: España se levantó, con nobles propósitos que respondían a los intereses de la mayoría, con ansias de modernidad, de progreso, de forma pacífica y limpia. Y ellos, “los de siempre” lo destruyeron. Ellos y nadie más es culpable de aquella sangría, de aquella sinrazón.

Ahora bien, la siguiente pregunta que me hago es, ¿podemos hablar abiertamente de quienes son los que llamo "los de siempre", ¿todo aquello que tiene que ver con la guerra civil y con el posterior franquismo está realmente muerto y enterrado? ¿olvidado? Yo diría que no, que en cuanto a "los de siempre" el espíritu de aquellos años sigue vivo en muchos, y algunos de ellos, de los de entonces, siguen vivos (decrépitos como pasas aunque sorprendentemente vivos). Y por supuesto creo que muy poca gente del pueblo ha olvidado realmente todo el daño que se hizo, todo el dolor que se les obligó a recordar años después en un 23 de febrero, quién sabe realmente para qué.

Por ello hoy he querido dedicar estas líneas a recordar a los españoles de entonces, a los que votaron República en 1931 y a los que no lo hicieron pero no tomaron parte activa para llevar a España al delirio del golpe de Estado y la guerra (de estos también había muchos). A todas las personas que, entonces y hoy, simplemente no comprendieron o no comprenden que pueda iniciarse una matanza hermanos, vecinos, compatriotas, por los mismos intereses de los mismos de siempre, por los que quieren tener un pueblo “atado y bien atado”. Ojalá nosotros nunca lleguemos a comprender esos intereses y a justificar semejante crueldad, porque entonces nos habremos vuelto como ellos, y nosotros tenemos -entre otras cosas- un corazón dentro del pecho. 



Recordando una preciosa canción me parece oportuno recordar que los muertos también somos siempre los mismos, como diría Ismael Serrano "mueren en Bosnia los que morían en Vietnam"... por eso, un recuerdo para todas las víctimas de todas las guerras (civiles y no) que hubo, hay, y lamentablemente seguro que habrá (y ojalá me esté equivocando)


Lejárraga



5 comentarios:

  1. el que tiene el poder le interesa una clase inferior totalmente analfabeta, la cultura es poder y ``los de siempre´´ lo saben.

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  2. Ciertamente, por eso las misiones pedagógicas fueron las primeras en caer tras la guerra, para pasar a la educación del pecado y es oscurantismo. Puede que todavía estemos pagando la factura de aquello...

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  3. La guerra fué un horror que tiene culpables por supuesto,pero más doloroso todaviaes qué,Europa la que alardea de libertades le diera la espalda a la Reública para dejarla en manos del fascismo.Y aún todavia peor que la Iglesia se pusiera al lado de los vencedores¡qué pena! ya lo dijo Unamuno¡vencereis pero no convencereis!..un recuerdo para todos los qué murieron por su libertad.¡pobre pais!

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    1. nos podrán vencer,pero nunca nos derrotaran, nos levantaremos una y otra vez. Europa por aquellos entonces era una simple observadora de la situación, la guerra civil española fue el campo de ensayo de lo que luego sería la segunda guerra mundial.
      un saludo.

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  4. cuando los elefantes luchan quien sufre es la hierva, lo peor que le puede pasar a la gente que quiere el poder es un pueblo culto, un pueblo politizado que este unido por el bien común, por eso paso lo que paso, y ahora vienen los alumnos de aquellos para hacernos lo mismo.

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