martes, 29 de marzo de 2011

Los trapos sucios se lavan en casa

Con esta ridícula frase que no quiere ser más que un paño caliente con el que limar las asperezas que uno mismo se provoca cuando comete un error voy a comenzar un artículo que quiere defender la hipótesis totalmente contraria al título: los trapos sucios se lavan en casa si se ensucian en casa, y si la mierda de nuestros trapos ha llegado a donde no debía (por ejemplo, a casas o intereses ajenos) también allí hemos de lavarlos.

Todo esto para comenzar con lo que para mi es un artículo muy duro de escribir, y casi vergonzante de publicar, pero haciendo honor a la verdad no encuentro actualmente ningún otro tema que me toque la fibra como éste, y aunque el periodista no deba implicarse personalmente en las historias que construye, yo voy a hacerlo ya que lo que hay en este blog no es más ni menos que la opinión de una servidora, y cuando te dan donde más te duele, en lo tuyo, la boca inevitablemente se te calienta.

Soy Placentina de nacimiento, y contrario a lo que algunos pueden decir o pensar, jamás renegaría de mis raíces ni de mi tierra, a la que amo y llevo conmigo allá donde voy. Por eso me pasa que cuando estoy en Madrid, por ejemplo, donde resido, siempre pego un pequeño brinco de sorpresa cuando oigo mencionar el nombre de mi ciudad, o cualquier cosa que tenga que ver con ella. Pero cuando lo que me toca oír son escándalos políticos de tamaña importancia que hacen que un municipio de algo más de cuarenta y cinco mil habitantes salga en informativos de alcance nacional, entonces en lugar de brincar, me entran ganas de sumergirme en las entrañas del suelo que me soporta.

Esto me pasó hace ya tiempo, porque por lo visto lo del Ayuntamiento de mi ciudad no es de ahora, y según dicen se han puesto morados (prevaricación y malversación de fondos públicos, es como lo llaman) pero esa no es la cuestión, porque yo todavía no tengo un renombre que cobije opiniones “políticamente” incorrectas (y nunca mejor dicho) y quiero preservar mi carrera de periodista, al menos un tiempo más, que solo hace un mes que la tengo. Está esa palabra, esa especie de mantra: “presunto”. Todo es presunto hasta que se demuestre que no lo era tanto, supongo. Por mucho que me parezca otra ridiculez pero bueno: somos el cuarto poder, no el tercero, y no estamos para hacer juicios paralelos. Si han robado, de momento, con su pan se lo coman.

De todas maneras si hay algo en lo que no voy a poder evitar entrar. En primer lugar diré que hablo desde un punto de vista de alguien a quien nunca se le ha sentado delante de ningún banquillo por nada. Yo nunca he sido presunta, ni nada que se le parezca, y mi relación con los juzgados se limita a algún pariente que estudió derecho. Desde este prisma afirmo totalmente segura de lo que digo que si me sucediese algo por lo que tuviera que sentarme ante un tribunal, yo misma pagaría los honorarios de mi defensa. Los placentinos ya saben por donde voy, los que no lo son, lo sabrán enseguida.

La última noticia que he tenido al respecto de este entramado es que uno de los siete ediles imputados directamente en la acusación junto con la alcaldesa y el grupo socialista ha propuesto en pleno municipal que la cuenta de la defensa de su causa ante los tribunales corra a cargo del pueblo placentino en caso de resultar los imputados inocentes  . Al escuchar esto, alucinando me hallo, pero más aún cuando lo siguiente que llega a mis oídos es que se ha aprobado la moción.
Pero, ¿qué hay de la perspectiva del pueblo? ¿cuántas sandeces más tienen que decirnos que van a hacer con nuestro dinero para que hagamos algo?... No puedo ni imaginarme un solo contribuyente al que esta propuesta le parezca lógica, de verdad (si hay alguien por favor, su comentario será muy bienvenido al final de esta entrada). Pero nadie hace ni dice nada. A veces pienso que tenemos los polícitos que nos merecemos, ni más ni menos, como en alguna ocasión he oído afirmar a Arturo Pérez-Reverte. Me duele pensarlo pero quizás sea así. No solo van a tratar que repitamos postre, pues la alcaldesa cuenta con el respaldo del presidente autonómico para presentarse a las próximas elecciones, si no que además vamos a pagar los platos que ellos han roto y que eran nuestros, en fin, que no lo puedo entender. Teniendo en cuenta que han recurrido a uno de los mejores bufetes de abogados privados de Madrid, ya podemos ir pensando que la dolorosa va a ser eso mismo, dolorosa para las arcas municipales si resultan absueltos, que será el caso en el que se cobrarán de ese dinero... creo que es una especie de “te lo dije, era inocente, ahora te ***** y pagas”... una especie de recompensa a su orgullo herido de políticos “presuntamente” honestos, es una idea.

Si que debo hacer una mención, porque no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco, a las agallas del grupo de placentinos que acudió al pleno (creo que la mayoría de la gente cree que esto no puede hacerse, o les trae sin cuidado, que no se que es peor) y abucheó la propuesta. Me parece una actitud tan plausible como necesaria en estos momentos, y de gente que sí que mira realmente por su ciudad.

Llegados a este punto, ¿de quién es la culpa? ¿de los votantes? ¿de los políticos? Ellos manejan, nosotros todo se lo permitimos... puede que no sea justo que nos quejemos de lo que destruye un monstruo que nosotros mismos hemos creado, y que debiéramos de empezar a estudiar la manera de pararlo, por el bien de todos... para empezar yo propondría, a modo simbólico, que hagan el favor de dejar de tratar de “Excelentísimos” a los ayuntamientos de España... por que es que me entra la risa


Para leer MUCHO más sobre el tema:

 



Por cierto, disculpad la tardanza en actualizar, he estado de viaje ;)

Lejárraga

1 comentario:

  1. Alba, eres genial. Tu actitud y sentimientos me recuerdan a la frase:'A mi madre sólo la critico yo que soy su hijo'. Así somos, aceptamos muchas veces las penurias y flaquezas de lo nuestro, ¡Pero que no nos lo toque nadie! Nos duele y nos castiga que lo mangonee alguien (Y más si es a nivel nacional).

    Ni qué decir tiene que muchos son los políticos con trapos sucios y las corruptelas baratas existentes (Principalmente en los municipios pequeños donde el poder reside mayormente en una sola persona). Y es que así es nuestro sistema político. Corrupto. Doloroso.

    No me extiendo más pero quiero terminar recordando a tus lectores la que ha sido mi frase favorita de esta entrada: Como periodistas 'Somos el cuarto poder, no el tercero, y no estamos para hacer juicios paralelos'.

    Un besazo, guapa!

    Manu UC.

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